La Generalitat ha activado un protocolo para proteger a las personas con dependencia energética vinculada a la salud, es decir, aquellos enfermos que dependen de la electricidad para poder vivir, ya que necesitan estar conectados a una máquina. Pueden encontrarse en esta situación personas mayores afectadas por enfermedades crónicas de larga duración, como bronquitis crónica, asma o insuficiencia cardíaca, pero también enfermos renales o jóvenes que padecen enfermedades neurodegenerativas incapacitantes que requieren bombas de perfusión con conexión eléctrica para su tratamiento.
El "Protocolo de abordaje de la dependencia energética en salud" lo ha desarrollado la Generalitat en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona, aunque se ha hecho extensivo a toda Catalunya.
El protocolo se presentó ayer en el CAP Indianes de Montcada con la presencia del vicepresidente del Govern, Pere Aragonès; la consellera de Salud, Alba Vergés; el de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir el Homrani, y la alcaldesa de la localidad, Laura Campos.
Profesionales
El protocolo se activó el 1 de enero y desde entonces los profesionales de los CAP de toda Catalunya se han sumado a la tarea que se realiza desde los servicios sociales de los ayuntamientos en la detección de casos de vulneración energética.
A través del nuevo protocolo, los pacientes en situación de dependencia energética y que requieran un tratamiento con maquinaria conectada a la red pueden trasladar la situación en la que se encuentran a los profesionales sanitarios.
Una vez realizado este contacto, los CAP deben emitir un informe que acredite la situación de vulnerabilidad manifestada, y el paso siguiente es el traslado del caso a las compañías energéticas para evitar que les corten el suministro.
"Se trata de un protocolo pensado para atender casos específicos con especial cuidado, donde se depende de un dispositivo conectado a la electricidad, es una cuestión de sobrevivir y de salud", señaló la consellera Alba Vergés.
Los centros sanitarios de proximidad serán los encargados de detectar y actuar a favor de las personas en riesgo de pobreza energética, tanto a través de la consulta como en las visitas a domicilio que llevan a cabo los profesionales.