El domingo, a eso de las ocho de la tarde, Hakim Achab, de 50 años, abandonó la huelga de hambre que había empezado el jueves por la mañana para pedir techo y reclamar un piso de alquiler social. Una ONG terrassense, ACAU, le prestará ayuda: ha puesto a su disposición una vivienda compartida.
Hakim quería una vivienda de renta social en la que residir y recuperar a su familia, pues está separado y tiene un hijo y dos hijastras.
Enfermo, con cinco hernias discales y una patología urinaria, y bajo tratamiento psquiátrico, este egarense ve la opción del piso compartido como una solución transitoria razonable. Entre el jueves y el domingo, protestaba durante el día con una pancarta en el centro cívico President Macià y pernoctaba a sus puertas.
El mismo domingo ya durmió con una familia que le ha abierto su casa hasta que el piso a compartir con otra persona esté acondicionado. Será seguramente a principios de febrero.