Este próximo lunes, según un estudio de un británico y publicitado por una agencia de viajes en el año 2005, es el peor lunes del año. Un estudio reciente, desmiente esta afirmación. ¿Realidad o invento?
Una de las canciones más emblemáticas de finales de los setenta (de hecho, fue número 1 en las listas de éxitos en Gran Bretaña durante cuatro semanas), fue "I don’t like mondays", del grupo irlandés The Boomtown Rats que lideraba Bob Geldof. El primer día de la semana del calendario gregoriano siempre se ha considerado como el menos deseado por la gente, ya que toca volver al trabajo o a la escuela, después de la pausa del fin de semana.
El mes de enero, por otra parte, tampoco es el más popular pese a que anuncia un nuevo año y acoge la llegada de los Reyes Magos. Se le califica como un mes duro de pasar e, incluso, es el único de los doce que ha de remontar una supuesta cuesta para poder sobrellevarlo. Lunes y enero, unidos o como una ecuación, pueden dar pie a fórmulas que dan como resultado algo que se ha denominado como el Blue Monday.
Cliff Arnall puede sonar a nombre de delantero centro fornido del Millwall pero su hazaña, o lo que sea, fue otra. En 2005, y en calidad de profesor en el Centre for Lifelong Learning, adjunto a la Universidad de Cardiff, publicó un estudio o algo similar, en el que llegaba la conclusión que el tercer lunes de cada mes de enero es el más triste o el más deprimente del año.
Curiosamente, la primera aparición en público de este nuevo concepto fue en una promoción publicitaria de una agencia de viajes. Sky Travel, concretamente, fue la comercial del sector que hizo suya esta argucia y ofertó a sus clientes con un paquete de viajes que lograrían aplacar la presunta la tristeza del Blue Monday y, de paso y si el ardid abrazaba el éxito, aumentar los ingresos de su negocio.
Poco después, la Universidad de Cardiff se desmarcó del tal Arnall, y en un comunicado plasmado en las páginas del diario británico, The Guardian, quiso aclarar que este profesor estuvo a tiempo parcial, y que ya no ejercía como docente para este centro. La historia, más o menos, es esta, aunque hay variables según las fuentes a las que se acude.
Ofertas y soluciones
Lo que es cierto es que, como era de esperar y el ejemplo de Sky Travel lo corrobora, empresas de ciertos sectores aprovechan esta creación para hacer sus ofertas. Es decir, aportan soluciones para derribar de su muro a este día tan pretendidamente triste, a base de consumir tal producto o realizar tal actividad. Algo previsible en un mundo de los negocios tan competitivo que necesita idear cada día para no quedar en segunda posición.
La fórmula de Arnall se basó en diferentes componentes que nos envuelven en el mes de enero, después del jolgorio de las fiestas navideñas. Algunas variantes como el clima, las deudas contraidas, el salario, los días transcurridos desde Navidad, la motivación interna y otras, movidas por una coctelera, dieron como resultado este tercer lunes de enero tan triste, convertido ahora en el Blue Monday.
Engrosa la lista de esta serie de costumbres o usos venidos de zonas de habla inglesa, como el Black Friday, en el que parece que el mundo se detiene para comprar a precios mucho más amables, en teoría, o el Halloween, esa jornada, con algo de cansina, que suple, con más o menos acierto, a nuestra típica y entrañable "castañada".
La red (lo que ya casi nadie llama internet), se atiborra de posibles soluciones o bálsamos que puedan aminorar los pretendidos efectos de este peor lunes del año, de esta fecha tan funesta, según Arnall y los que creen en Arnall y en Sky Travel. Hacer deporte, montar una fiesta, comer frutos prohibidos como chocolate u otras lindezas, salir con los amigos o la familia o, cómo no, ir de compras. Básico y fácil, excepto lo último, que requiere de, principalmente, un dinero para gastar.
A la contra
Era de esperar, no obstante, que, como todo en esta vida, aparecieran sin caretas y sin remilgos los contestatarios o los que se posicionan a la contra. Por ejemplo, el Blue Monday, según un ultimísimo estudio de Job Today , un portal dedicado al mundo del empleo, es un camelo. Sí, un embuste, una falacia y no existe. Y lo argumentan tras un analisis a conciencia de las tendencias de búsqueda que se producen este mes en Google.
Para embrollar más la cuestión, según Job Today, el verdadero Blue Monday se sitúa o hay que enclavarlo en los meses de agosto y septiembre. Es decir, en el período en el que las vacaciones estivales van llegando a su meta y asoma, implacable, la sombra del retorno a la rutina más rutinaria. No estés triste, dice el estudio, el Blue Monday no existe. Usted decide.