El alcalde Alfredo Vega considera que las mejoras en La Maurina han comportado "un salto cualitativo al tiempo que han dignificado el barrio". Vega subrayó estas palabras para indicar que "el programa ha incluido proyectos urbanísticos y también acciones sociales. Y esto último es lo más importante si queremos lograr la cohesión y la equidad".
El alcalde hizo estas manifestaciones ayer, junto al concejal del distrito 4, Amadeu Aguado, en el balance del programa que ha finalizado y ha durado diez años, seis más de lo previsto. Un retraso notable que atribuyó a la crisis. "Se ha prolongado mucho en el tiempo. No ha sido fácil. Empezó la recesión y se frenó pero nunca renunciamos a su cumplimiento". Vega recordó aquello de "bien está lo que bien acaba" para agregar que "el balance es muy positivo".
El alcalde aprovechó para reivindicar al Govern que recupere el instrumento para mejorar y dignificar los barrios deprimidos. Al respecto explicó que estos planes, enmarcados en la Ley de Barrios y a iniciativa del tripartito de Maragall, eran un buen recurso de inversión.
En el momento que se pusieron en marcha se aprobaron los de La Maurina y Ca N’Anglada, pero después no hubo más oportunidad. Vega recordó que aspiraban a que estos planes continuaran y que estaban en lista de espera los barrios de Can Palet y Ègara.