Si muchas viviendas de los cascos urbanos de ciudades como Terrassa son terreno abonado, nunca mejor dicho, para plantaciones de marihuana interiores, la proliferación de estos cultivos en urbanizaciones se ha convertido en otro quebradero de cabeza. Los Mossos d’Esquadra acaban de desmantelar una plantación de grandes dimensiones en Sant Miquel de Guanteres, en Viladecavalls. El resultado: más de 1.300 plantas aprehendidas, cuatro detenidos y cinco armas de fuego decomisadas.
Hace poco más de un mes los Mossos d’Esquadra de la unidad de investigación de Terrassa pusieron en marcha las indagaciones. Unos agentes obtuvieron informaciones sobre una finca en la que supuestamente se cultivaba maría y los primeros pasos de las pesquisas lo confirmaron. Los investigadores vigilaron el inmueble y constataron que la electricidad de la finca estaba conectada a la red comunitaria "de manera fraudulenta, precaria y peligrosa", apuntan los mossos.
Abrochados los indicios, la comisaría pidió al juzgado de instrucción número 4 de Terrassa una autorización para entrar en la vivienda y registrarla. El órgano judicial emitió el permiso y los mossos montaron el operativo. El día elegido para la intervención fue el viernes pasado, 11 de enero.
Un grupo de mossos irumpió en la finca. Unos testigos vieron dotaciones policiales en los alrededores de la carretera de Sant Llorenç.
Un revólver
Los agentes sorprendieron en la casa a dos hombres, uno de 38 años y otro de 35, ambos de nacionalidad española y vecinos de Terrassa y Viladecavalls, respectivamente. Fueron detenidos pero salieron en libertad de la comisaría tras prestar declaración. En la inspección de la vivienda los policías descubieron una plantación con 1.314 matas "en diferentes estados de crecimiento" y desmontaron el material habitual utilizado para estos menesteres cultivadores. Y hallaron cuatro básculas de precisión y cinco armas de fuego: una escopeta, un revólver y tres pistolas "con abundante munición".
La policía se fue del recinto, pero las investigaciones prosiguieron porque los presuntos responsables directos de la plantación no estaban en la finca el día del registro. Los mossos los detuvieron un par de días después. Son un hombre de 34 años y una mujer de 32, ambos españoles y vecinos de Viladecavalls. Los cargos: tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y defraudación de fluido eléctrico. El martes los sospechosos pasaron a disposición judicial. Ella salió en libertad. Él ingresó en prisión.