El Govern de la Generalitat pone sobre la mesa la T-Mobilitat siempre que desde Terrassa se le reclama el cambio a la zona 2. La nueva tarjeta fijará los precios de los desplazamientos en función del trayecto y de la frecuencia con que el usuario se desplaza en transporte público. El objetivo es que el importe se ajuste lo más posible al uso real que cada viajero hace del tren, el metro y/o el bus.
La administración autonómica tenía previsto poner en marcha la T-Mobilitat a partir de 2016, pero tres años más tarde el proyecto sigue sobre la mesa. La última fecha la daba el conseller de Territori i Sostenibilitat Damià Calvet el pasado mes de octubre, cuando fijaba la puesta en marcha del nuevo sistema para 2021.
La T-Mobilitat está llamada a sustituir el actual modelo de zonas tarifarias. Una de las incógnitas del nuevo sistema es la repercusión real de la nueva tarjeta en el precio que los usuarios del transporte público acabarán abonando por sus desplazamientos y si éste será mayor o menor que el actual. La Generalitat insiste en que las tarifas no se encarecerán.
La tarjeta inteligente permitirá utilizarla mediante el prepago de los trayectos, recargando el importe por internet o incluso en pago por móvil. También contemplará el abono posterior a los desplazamientos por domiciliación bancaria.