Un buen número de familiares del pintor Joaquim Vancells Puig (Barcelona 1936-Terrassa 2018) se dieron cita en el Museu Municipal situado en la Casa Alegre de Sagrera de la Font Vella. Saludos, abrazos, diálogos a muchas bandas… Todos ellos se congregaron allí para asistir al acto de donación de un conjunto de obras del pintor Vancells Puig que, a partir de ayer, ya forman parte oficialmente del patrimonio artístico de la ciudad.
Entre los familiares, Carme Vancells, una de las hermanas del artista , y también Mike Vancells. uno de sus hijos. Carme Vancells protagonizó, junto al alcalde Alfredo Vega, uno de los parlamentos. El de ella fue emotivo, si cabe, por su vinculación tan próxima con Joaquim y porque junto, con Gemma Ramos, conservadora del Museu de Terrassa, ha sido una de las principales personas que ha trabajado para la donación.
El legado donado está formado por nueve obras, seis de las cuales brillaban ayer con luz propia en la planta baja de la Casa Alegre, donde tuvo lugar el acto. Las expuestas permitieron ver, tal como explicó Ramos, que Vancells Puig fue un artista muy entregado, prolífico e inquieto, ya que realizó diversidad de estilos y técnicas. En la muestra se pudo observar esta motivación por parte del artista en tanto que había obras de corte expresionista y abstracto. "Toda su casa era una obra de arte. Era impresionante. Vivía en una obra de arte", acabó diciendo la conservadora quien lamentó no haberlo conocido por su fallecimiento que le sobrevino el 3 de enero de 2018.
La conservadora del Museu de Terrassa habló con entusiasmo de la obra de Vancells Puig y, seguramente, buena parte del mismo fue contagiado por los familiares que decidieron la donación y le dieron la oportunidad de participar en el proceso de selección. Carme Vancells, hermana del artista, fue una de estas personas que le permitió descubrir la figura artística en toda su dimensión. Carme habló de la figura humana y pictórica de su hermano con sencillez pero poniendo el acento en aquellos aspectos que, con el paso del tiempo, acabarían por definir su personalidad.
Contó que Joaquim Vancells Puig se inclinó desde muy pequeño por el dibujo y la pintura y que, en esta primera etapa, disfrutó de la mano de su abuelo pintor Joaquim Vancells Vieta, de Terrassa y ampliamente reconocido. Señaló que esa vocación prematura innata no se esfumó.
Al contrario, se confirmó por lo que, tras renunciar a la empresa familiar textil, realizó estudios artísticos en la Escola Massana de Barcelona para más tarde dedicarse de lleno al dibujo y a la pintura. Vivió en Londres y Nueva York, y en 1981 regresó a Terrassa, donde fijó su residencia y taller, y trabajó de modo incansable hasta que falleció.
Sensibilidad
En un plano más íntimo, Carme lo describió como "un hombre atractivo, deportista y fuerte pero a la vez con gran sensibilidad" que vertía, de modo apasionado, en su arte. Recordó para los suyos que "siempre desprendía olor a pintura, aguarrás y colores", que "sus bolsillos siempre están llenos de escritos y lápices" y que "tenía también un oído privilegiado para con la música".
Tras sus palabras, el alcalde de Terrassa, Alfredo Vega, que estuvo acompañado por el concejal de Cultura, Amadeu Aguado, mostró su agradecimiento a los familiares por la donación que "supone un acto de generosidad, de compromiso cívico y de amor por la ciudad". Vega señaló también que "la donación es también un reconocimiento a todo lo que ha significado a nivel cultural y pictórico este artista para Terrasa.