Terrassa

Los usuarios del bus a Diagonal insisten en pedir más frecuencias

Un año después de la entrada en servicio de la línea de bus E2.2, que conecta Terrassa con Barcelona por la Diagonal, y con el aeropuerto de El Prat, los usuarios del transporte suman meses batallando por una mejora en las frecuencias que se adapte a sus necesidades. Los viajeros, muchos de ellos trabajadores, profesores y estudiantes universitarios, mayoritariamente de los campus de la UB y la UPC, denuncian que el servicio tiene pocas expediciones y deja sin bus franjas horarias punta, lo que obliga a muchos pasajeros a utilizar el coche.

El problema radica en que los trayectos en dirección a Bacelona de primera hora de la mañana se interrumpen a las 7,15 horas y no se reanudan hasta las 12,45 horas. Por la tarde, en los viajes de regreso a Terrassa, entre las 16,30 horas y las 19,50 horas tampoco hay expediciones. “Por la mañana la entrada a las facultades del campus de Diagonal es escalonada entre las 8 horas y las 10 horas -explica Muntsa Guilleumas, profesora de física de la UB y usuaria del servicio-. Y por la tarde ocurre lo mismo. Muchos estudiantes, profesores y personal de servicio regresan a Terrassa a partir de las 5 y no hay autobús hasta casi las 8 de la tarde”.

La profesora explica que el problema afecta a estudiantes, profesores y empleados universitarios pero también “a terrassenses que trabajan en el eje de la Diagonal, incluso personas que cogían el autobús para empalmar posteriormente en metro con destino a la Zona Franca. Si no tienes garantizada la ida y la vuelta, acaban buscando una alternativa, casi siempre el coche”.

El déficit del servicio se arrastra desde que la Generalitat puso en marcha la línea de bus desde Terrassa a la avenida Diagonal en septiembre del año 2017. El proyecto inicial contemplaba un servicio más completo, idéntico al que actualmente presta la línea E2.1 entre Terrassa y Barcelona por la avenida Meridiana. Ese bus ofrece 44 expediciones diarias, con frecuencias cada 20 minutos en las horas punta y cada hora el resto del día.

La administración autonómica alegó entonces falta de recursos para recortar el servicio de bus a la diagonal y lo dejó en 12 expediciones diarias que se han revelado como insuficientes desde el primer momento.

Solución parcial
Durante los últimos meses se han sucedido las negociaciones entre los usuarios del bus de Terrassa a la Diagonal con el Ayuntamiento y con el departamento de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat. En el último encuentro entre instituciones, la administración autonómica ha argumentado que no puede afrontar un aumento de frecuencias en la E2.2, pero que estudiará una modificación de horarios que se ajuste a las necesidades que plantean los usuarios.

La Generalitat quiere mantener intacto el coste del contrato de concesión con la operadora del transporte público Moventis, concesionaria de los trayectos en bus a Barcelona. En breve se sentará con ella para cerrar los detalles de un ajuste en las expediciones que mejore la respuesta a los viajeros.

Los usuarios del bus a Barcelona por la Diagonal están convencidos de que las limitaciones de la E2.2 son el principal handicap para el aumento de la demanda. Muchos estudiantes y trabajadores, aseguran, descartan el bus porque las expediciones no se ajustan a sus horarios.

El año pasado, las áreas de movilidad sostenible de la Universitat de Barcelona y de la UPC se interesaron por la nueva línea de bus interurbana, convencidas de que el servicio resultaría atractivo para muchos de sus alumnos, docentes y funcionarios. Los centros habían previsto incluso llevar a cabo campañas de difusión para informar a los usuarios potenciales.

Fuentes universitarias explican que la iniciativa se frustró después de comprobar la limitación de los horarios y el recorte a solo seis expediciones diarias en cada sentido.

En la última propuesta remitida a las autoridades autonómicas, los usuarios plantean dos reivindicaciones para “mejorar la competitividad de la E2.2 y equiparar la calidad del servicio a la E2.1”. La primera pasa por aumentar las expediciones a un bus cada 20 minutos en horas punta y cada hora el resto del día, igualándola así a la primera propuesta de la Generalitat.

En caso de no poder implantar los horarios iniciales, proponen una “adaptación gradual”. Esta pasaría por que en las rutas Terrassa- Barcelona se incorporaran expediciones a las 8 y las 9 de la mañana desde la parada de origen de Parc Vallès. Y en la ruta Barcelona- Terrassa, a las 17,20 y las 18,20 de la tarde desde la parada de la avenida Diagonal, frente a la facultad de Empresariales de la UB.

La segunda tiene que ver con la planificación de rutas. Los usuarios piden que las expediciones de regreso a Terrassa entren por la Rambla y no por Parc Vallès como ocurre ahora. “La mayoría de pasajeros bajan en Rambla para empalmar con otros modos de transporte (FGC, autobús local) y el trayecto actual implica un largo recorrido por la ciudad antes de llegar a destino. Proponen que el bus invierta el recorrido entrando por la Rambla y abandonando de nuevo la ciudad por Parc Vallès.

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