Horas después de que el President de la Generalitat Quim Torra anunciara su última negativa a apoyar los Presupuestos del Estado e incluso amenazara con una crisis del Govern si los socios PDeCAT o ERC avalan las cuentas de Sánchez, la portavoz del grupo socialista en el Parlament, Eva Granados, minimizó en Terrassa la capacidad de veto del President. Sus palabras, dijo "quedan en nada, caen en el vacío".
Granados acusa a Quim Torra de "gesticular más que gobernar". El President lanza "ultimátums que no van a ningún lado" porque más tarde "se autoenmienda, lo enmiendan su gobierno o lo hacen sus compañeros de Junts per Catalunya".
Eva Granados cree que en materia presupuestaria aún hay tiempo para la política en Madrid, donde el apoyo a las cuentas del PSOE van "más allá del perímetro socialista". La diputada mencionó al ex conseller de Hisenda Mas Colell y, aunque sin mencionarlo, a Jordi Sánchez, que en octubre pidió al independentismo que no condicionara su apoyo a los presupuestos a un gesto con los presos.
En su visita a Terrassa, Granados volvió a pedir ayer al PDeCAT y a ERC que apoyen una propuesta económica del PSOE que supone "mucho dinero para la comunidad autónoma (de Catalunya) y para los servicios públicos". La diputada insistió en la inyección económica que los Presupuestos del Estado brindan a la economía catalana. Además, dijo, "son la oportunidad de hacer una enmienda a la totalidad no solo de la política económica del PP sino de la España que ha dejado". La alternativa, dijo a los independentistas, es "un Gobierno abierto al diálogo y a cambiar las cosas o una convocatoria electoral que nos llevaría a una situación más negativa".
Granados acudió ayer a Terrassa para participar en el consejo de la Federació Vallès Oest del PSC. En el encuentro, los socialistas ratificaron a los candidatos a la alcaldía de Terrassa, Alfredo Vega; de Rubí Ana Maria Martínez; de Castellbisbal, Dolors Conde, y de Sant Cugat, Pere Soler. Además, la diputada Granados hizo una reflexión sobre la situación política actual y presentó el resultado del último informe de la Fundació Rafael de Campalans, de cuyo patronato forma parte.
Casado y Rivera, responsables
Minutos antes de la llegada de Eva Granados a la ciudad trascendía el pacto de gobierno en Andalucía entre el PP y Ciutadans, con el apoyo de Vox. Para la sindicalista el acuerdo a tres es una "pésima noticia" y acusa a "Pablo Casado y a Albert Rivera" de "abrir las puertas de las instituciones" a una formación "que cuestiona la igualdad entre hombres y mujeres y que ataca al Estado de Derecho", rechazando las autonomías.
La estabilidad de un gobierno como el de Andalucía, dijo, "no puede depender de un partido nacionalpopulista, de ultraderecha y ultranacionalista" como Vox. La diputada recordó que, más allá de la investidura, los votos de la formación liderada por Santiago Abascal serán necesarios para la aprobación de cualquier iniciativa parlamentaria del gobierno andaluz.
El nuevo ejecutivo saldrá adelante gracias a un "pacto de perdedores", dijo ayer la portavoz parlamentaria socialista, que recordó que en las elecciones andaluzas el mayor apoyo popular en las urnas lo tuvo Susana Díaz. También reconoció que los números con Adelante Andalucía no salen, aunque "nosotros queremos gobernar para cambiar las cosas. Nunca hubiéramos aceptado un socio como Vox que arrincona a las mujeres".