Un total de 490 espectadores asistieron a los seis conciertos de la edición de este año, la quinta, del Circuit de Música Moderna, organizado por el Ayuntamiento entre el 16 de noviembre y el 22 de diciembre. Lo abrió, dicho día, la actuación más exitosa: la de Lildami (Damià Rodríguez), uno de los nombres actualmente más relevantes del rap y el trap en catalán, que con su disco autoeditado "10vosguard" recién salido del horno reunió 250 entusiasmados espectadores en la plaza de la Assemblea de Catalunya, en un concierto que puede ser histórico en cuanto a estos géneros.
El 24 de noviembre, Se’m Fa Una, veterano grupo terrassense de folk de baile, en activo desde el año 2006, y habituales de las programaciones de Treure Ball, hicieron bailar a unos veinticinco espectadores en el Equipament Socio-Esportiu de la Cogullada.
Variedad de estilos
La rumba en fusión con el reggae, el guaguancó y otros géneros caribeños de Dr.Basilio hizo lo propio con las 75 personas que asistieron a su concierto en el teatro de la asociación de vecinos de Vilardell, de la calle de la Rioja, el 1 de diciembre. Los espectros de The Cramps, The Stooges, MC5, y otras bandas precursoras del punk rock fueron invocados por las cuatro integrantes de Las Pésimas (Anabel Ly en la batería, Chabel y Lola Calamidad con las guitarras eléctricas, la segunda también encargándose de la voz principal, y Mohnny Cash en el bajo y los coros), ante unos 65 amantes de la electricidad rugiente, el 15 de diciembre, en el centro cívico Avel·lí Estrenjer.
El día 21 del mismo mes, en el Casal de Can Parellada, Pol Oñate (piano y voz) y Laia Escartín (voz, violín y percusiones), esto es, el dúo Paranná, reunirían veinticinco espectadores con su repertorio de canción folclórica en tránsito hacia el jazz con incursiones free.
El 5è Circuit de Música Moderna lo cerraron el pasado día 22, en el Casal Cívic del Pla del Bon Aire, y ante unos cincuenta espectadores, The Trëmens. Es un sexteto integramente femenino (con una formación singular que incluye dos flautas traveseras, además de piano, bajo, guitarra eléctrica y batería) dedicado a revisitar con energía grandes canciones del pop y el rock de todos los tiempos. Todos los conciertos se programaron a última hora de la tarde, en locales cubiertos, salvo del inicial de Lildami, que tuvo lugar a partir de las nueve de la noche, al aire libre.
La presencia y buena acogida del talento femenino es precisamente uno de los aspectos que destaca el Ayuntamiento en el balance del ciclo, cuya asistencia ha superado las dos ediciones anteriores (246 espectadores en 2017, 430 en 2016).
"Nuevas centralidades"
"El Circuit de Música Moderna de Terrassa es una propuesta para impulsar la creación de nuevas centralidades culturales y conseguir así que la oferta cultural de Terrassa llegue a todo el mundo, y por los datos recogidos y el grado de satisfacción recibido, lo hemos conseguido", señala el teniente del alcalde de Cultura, Innovación y Proyecto de la Ciutat, Amadeu Aguado. Para Aguado, "es necesario que la puesta cultura y musical pise el territorio y que lo haga de la mano de diferentes entidades y asociaciones vecinales, para potenciar, difundir y promocionar el trabajo de los artistas locales emergentes".
Todos los grupos que han participado en la programación y las entidades del territorio implicadas en el proyecto han demostrado un gran interés y compromiso con la propuesta. El Circuit de Música Moderna presentaba este año una apuesta clara por potenciar, difundir y promocionar la música local emergente y un marcado protagonismo del talento femenino.
Todo apunta así a la continuidad de esta iniciativa desarrolla por el Servei de Cultural con criterios de cultura de proximidad.