A los 18 años, Antoni Boada Barbé (Terrassa, 1933) ya paseaba por la ciudad con una cámara colgada del cuello, con ganas de observar y captar la realidad. La librería Re-read, de la que Boada es cliente y vecino, ha editado un calendario con imágenes de su autoría. Su presentación tuvo lugar el viernes, en un acto que fue todo un homenaje a este fotógrafo local de larga trayectoria, el valor de cuya obra fue destacado por el alcalde Alfredo Vega.
"Nos dejó consultar su fondo, y escogimos doce imágenes de Terrassa de los años cincuenta y sesenta, que además de valor testimonial tienen una alta calidad artística", señala Pere Galceran Roca, director de Re-read. Del calendario se ha hecho una edición de seiscientos ejemplares, al precio de venta de un euro.
"Al nivel de los grandes"
"Boada es muy modesto, pero sus obras tienen el nivel de los grandes fotógrafos. De haber trabajado en Barcelona o Estados Unidos estarían incluidas en las mejores antologías de su época", subraya Galceran. Los fotógrafos y aficionados jóvenes de Terrassa lo están descubriendo justo ahora.
Antoni Boada, que en su juventud formó parte del grupo El Mussol, ha producido "un material fotográfico de mérito estético y periodístico extraordinario, que es también una obra artística de primer nivel".