Dijo que no allí mismo, en el lugar donde lo pararon agentes municipales el sábado, y volvió a negarse a soplar en las pruebas de alcoholemia una vez trasladado a la Jefatura. Se negó con agresividad. Y acabó detenido. La policía inmovilizó el automóvil.
A la 1.30 de la madrugada, unos policías locales observaron una sucesión de infracciones de tráfico que cometía un vehículo en la avenida de Les Glòries Catalanes, en el barrio de Can Palet. Ocupaba dos carriles y ponía los intermitentes cuando cambiaba de sentido.
Lo interceptaron cerca de la calle del Sindicat. Y visto lo visto conminaron al conductor a realizar las pruebas de alcoholemia. Primero debía efectuar las de orientación. Y las hizo. El resultado de ese primer test fue de 0,51 miligramos por litro de aire espirado, el doble del nivel máximo permitido.
La situación se torció cuando los guardias informaron al identificado de que debían trasladarlo a la Jefatura para llevar a cabo allí las pruebas de precisión. Él se negó de forma agresiva, según la policía. Le advirtieron: si se negaba podía perpetrar un delito.
Los agentes lo condujeron a la sede policial, en la misma avenida de Les Glòries Catalanes, pero allí se mantuvo en su negativa.
Y fue detenido. Se le atribuye la presunta comisión de un concurso de delitos contra la seguridad del tráfico, por conducir supuestamente bajo los efectos del alcohol y por el rechazo a efectuar las pruebas de alcoholemia.