Terrassa

“Una gran conquista en el progreso social de la humanidad”

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Terrassa lo conmemora cada año y en esta ocasión, por tratarse del setenta aniversario, ha organizado una programación que ayer tuvo su acto central, y no podía ser en otro lugar que en la plaza dels Drets Humans. El alcalde Alfredo Vega presentó el lema "Terrassa, ciutat de drets", bajo el cual durante el próximo año se realizarán actividades con la colaboración de las entidades vinculadas a la defensa de los derechos humanos en la ciudad.

Tal lema "no es una declaración simbólica", afirmó Vega en su intervención, "sino un compromiso de ciudad que el Ayuntamiento hace suyo, para convertir en una realidad todos los derechos humanos: a la educación, la sanidad, la vivienda, la igualdad entre los hombres y mujeres, una vida digna, los de la infancia y la juventud, a no sufrir discriminación por el color de la piel o las creencias, a amar y vivir la sexualidad con libertad y respeto, a tener un trabajo libre y estable".

Y también tuvo el alcalde una mención al derecho al agua, "que hoy tiene un especial significado, porque precisamente hoy se ha iniciado en Terrassa su gestión municipal". Son derechos, dijo, que están presentes en la Constitución, el Estatut y muchísimas leyes y tratados internacionales. "La dificultad está en convertirlos en realidad."

Pero la Declaración de 1948 fijó un código, un listón al que "hemos de llegar. Una gran conquista en el progreso social de la humanidad. Queremos, a partir de estos derechos, construir una mejor sociedad, un mejor país y una mejor ciudad".

Reconoció Vega que "venimos de un tiempo en que se recortaban derechos que costaron mucho de conseguir. Incluso hay gente que dice que algunos no se pueden mantener, que se han de anular. Por eso nos hemos de negar a dar pasos atrás, al contrario, tenemos la obligación de darlos hacia adelante".

Al alcalde le precedió Magda Farrés, representante de la entidad Espai Drets, que recordó que Terrassa firmó en 2015 la Carta Europea de Derechos Humanos en la Ciudad, que define ésta como un espacio colectivo que pertenece a todos sus habitantes, donde todos tienen derecho a encontrar en él un lugar para su realización, pero donde también todos tienen deberes.

"Los sociales, precarios"
Añadió Farrés que gracias al "compromiso activo" de la Síndica Municipal de Greuges, Isabel Marquès, y otras entidades, se han realizado dos parlamentos ciudadanos: "uno sobre la exitosa municipalización del agua, y otro sobre la precaria situación de los derechos sociales en Terrassa. Hemos de ser muchos construyendo poder desde abajo si queremos una Terrassa libre de deshaucios, donde no se discrimine a ningún niño en el comedor escolar ni en ninguna parte, sin violencia ni discriminación hacia la mujer, una Terrassa con una sanidad pública decente, que no se abandone a la gente mayor, donde no haya presos políticos y ninguna persona pierda su dignidad".

Tras los parlamentos, Martí Purull leyó tres poemas, de Gloria Fuertes, Vicent Andres Estellés y Eduardo Galeano, musicados por un grupo del CEM, y con una coreografía de los alumnos de los institutos Torre del Palau y Viladecavalls. Éstos cerraron el acto con una representación adaptada de su montaje "Quins drets tinc".

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