Como el presunto traficante estaba en España en situación ilegal, el fiscal pide que lo expulsen por vender cocaína.
Lo pillaron unos agentes de la Policía Municipal el 20 de octubre del 2016 en una calle de Les Arenes-La Grípia-Can Montllor. A medianoche, unos agentes de paisano estaban en un servicio de seguridad ciudadana. Iban en un coche camuflado por la calle de la Garona. Despertó su atención ver a tres individuos en actitud vigilante. Los policías pararon el coche a unos metros de distancia.
Observaron cómo uno de los tipos entregaba a otro un paquete de pequeñas dimensiones a otro, que le dio dinero a cambio. Los agentes intervinieron. Estaban seguros de haber presenciado un supuesto pase de drogas.
Pararon a aquellos individuos y los cachearon. A uno le encontraron 715 euros, según la primera información policial. Y otro de los identificados declaró de manera espontánea que había comprado cocaína a aquel otro sujeto, que acabó detenido.
La Audiencia Provincial tiene previsto juzgar hoy el caso. El acusado, de origen dominicano y sin permiso de residencia legal en España, se enfrenta a una petición de pena de cuatro años de prisión.
El fiscal relata que aquella noche el procesado entregó al otro individuo un envoltorio que contenía 0,45 gramos de cocaína, con una riqueza del 72 por ciento, a cambio de 30 euros, lo que constituye un delito contra la salud pública "en la modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud". El Ministerio Público reclama cuatro años de cárcel, pero solicita que esa pena sea sustituida íntegramente por la expulsión de territorio nacional por un periodo de seis años.