La plataforma de alquiler de vehículos con conductor Uber aterrizará en las próximas semanas en Terrassa. La empresa ha anunciado que extiende su servicio desde Barcelona, donde operan 1.200 licencias de VTC y hay unas 3 mil en camino, a treinta municipios del área metropolitana entre los que figuran ciudades como Sabadell, Terrassa, Sant Cugat, Badalona, Molins de Rei y Mataró.
El anuncio de Uber confirma los temores del sector del taxi, que durante las protestas del pasado verano ya alertaban de la inminente implantación de las aplicaciones de alquiler de vehículos con conductor por todo el territorio metropolitano.
Juan Galiardo, director de Uber España, explica que desde su regreso a Barcelona el pasado mes de marzo a través de UberX, "la demanda del servicio se ha multiplicado por tres" y que, dada la positiva respuesta del mercado, la empresa planea la compra de nuevos vehículos para mejorar el servicio.
Concretamente la llegada de Uber a los municipios del área metropolitana será a través de una nueva flota de 200 vehículos nuevos. Uber ha explicado que las empresas de alquiler de vehículos con conductor que operan a través de su plataforma "necesitan incorporar de manera inmediata" 400 chóferes para reforzar el servicio en Barcelona y cubrir la expansión al área metropolitana.
La llegada de los VTC a la ciudad, donde el sector del taxi asegura que opera de manera discreta desde hace meses, supone un nuevo cambio en la movilidad urbana. En los últimos años Terrassa ha visto como FGC prolongaba su recorrido en la ciudad, cruzándola de sur a norte e intercambiando con Rodalies Renfe y el bus modificaba rutas para interactuar con las nuevas estaciones. En paralelo, el sector del taxi incorporaba vehículos adaptados y modernizaba su servicio con más horarios de cobertura y reservas por APP.
La llegada de las VTC comportan la implantación en la ciudad de un nuevo formato de transporte de pasajeros, a través de empresas de alquiler de vehículos con conductor.
La plataforma Uber aterriza en Terrassa en un marco de incertidumbre legal, después de que el reglamento del taxi impulsado por Ada Colau a través del Àrea Metropolitana quedara en suspenso tras la impugnación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. La AMB pretendía exigir a los vehículos con licencia VTC un permiso adicional, pero el TSJC consideró el pasado verano que la institución metropolitana no tenía competencias para pedir licencias extras a los vehículos VTC, alegando que dicha responsabilidad corresponde al Estado o, en última instancia, a las autonomías.
Cuatro años de moratoria
El pasado septiembre, tras una protesta sin precedentes del sector del taxi, el Gobierno aprobaba un real decreto ley que regulaba las VTC, pero que otorga a las empresas del sector un plazo de cuatro años, ampliable a seis, para que estas de adapten a la ratio de un vehículo VTC por cada 30 taxis.
El Ministerio de Fomento ha habilitado a las comunidades autónomas para modificar las condiciones de explotación de las VTC, en ámbitos como la solicitud de servicios, captación de clientes, recorridos mínimos y máximos o servicios u horarios obligatorios.
En este momento opera un vehículo de alquiler con conductor por cada seis taxis. Los VTC se concentran, además, en las grandes ciudades, donde la proporción es aún más alta. En la Comunidad de Madrid, en septiembre se estimaba una ratio de un VTC por cada 3 taxis.
En Terrassa, Uber deberá convivir con la flota de 94 taxis que opera en la ciudad, cuatro de ellos adaptados. La plataforma anunciaba la pasada semana su voluntad de cooperar con el sector en su campaña de expansión.
Los taxistas de Terrassa participaron activamente el pasado verano en las protestas en Barcelona, donde el sector cortó la Gran Vía en protesta por la suspensión del reglamento de Ada Colau.
En aquel momento, los profesionales egarenses se solidarizaban con sus compañeros convencidos de que la "amenaza de las VTC afectan a todo el universo del taxi, incluido el local".
Desde el STAC se advertía de que las nuevas aplicaciones de alquiler de vehículo con conductor "están lejos de ser plataformas cooperativas -afirmaba Miguel Ángel Gavilan, del Sindicat del Taxi de Catalunya-. Hablamos de lobbys dispuestos a destrozar un sector regulado. Las VTC revientan precios con tarifas flexibles según día y demanda. Cuando desaparezca el taxi, impondrán precios elevados a enfermos, personas mayores y con dificultades de movilidad".