Socavones en la avenida del Vallès, árboles caídos, deslizamientos de tierras, repercusiones de inundaciones en edificios. Los efectos del temporal del jueves aún se dejaban ver ayer, pero la resaca de los aguaceros ha disminuido. El Ayuntamiento mantuvo activo el plan de emergencia en fase de alerta hasta ayer mismo, cuando lo desactivó vista la mejora de la situación meteorológica en la comarca.
El alcalde, Alfredo Vega, desactivó la alerta a las 2.15 de la tarde, si bien el plan especial de emergencia por inundaciones en Catalunya (INUNCAT) se mantenía en situación de prealerta. Durante el fin de semana no dejó de llover, aunque en Terrassa el agua cayó con mayor mansedumbre que el jueves y las incidencias, en comparación, fueron pocas. Desde la madrugada del jueves, y hasta las tres de la tarde del viernes, el periodo crítico, los departamentos municipales realizaron más de cien intervenciones. Pero las llamadas a los servicios de emergencias fueron muchas más. No todas se pudieron atender.
Las consecuencias
Pese a que la normalidad se restableció poco a poco, los servicios municipales continuaron trabajando durante el fin de semana para minimizar las repercusiones de un aguacero histórico que abrió socavones en la avenida del Vallès, derribó árboles, causó filtraciones en el Mercat de la Independència, obligó a cerrar la biblioteca del distrito 4 e hizo suspender el cross escolar. El aguacero había desmoronado un talud en la pista de Can Jofresa.