En una tarde de temporal, llegamos a la presentación de "Camille" de Bernat Nadal, el libro ganador del Premi Agustí Bartra-Ciutat de Terrassa del pasado año, recién editado, y nos encontramos con los organizadores puestos en un brete. Acaban de comunicarles que la consellera de Cultura de la Generalitat, Laura Borràs, que debía participar en el acto, no acudirá, y su presencia no la impide la metereología, sino una afonía. ¿Tan grave es quedarse la intervención de un político, siempre protocolaria en estos actos? "Pero es que esta vez no era protocolaria", nos dice Jordi F. Fernández, del grupo literario de Amics de les Arts. "Laura Borràs ha escrito el epílogo de ‘Camille’ y la suya era la intervención central".
"Laura Borràs se conoce el libro mejor que yo, y yo podría decir alguna cosa con la que ella no estuviera de acuerdo, y cuando pasa esto en el Parlament, la consellera hace toda una repasada. Por eso me daba respeto compartir este acto con ella", bromeó Jaume Aulet. Fernández nos había dicho que este profesor de la UAB se había preparado una intervención breve, porque la larga era la de Borràs, pero debió extenderla. Lo cierto es que no se notó nada que faltaba la charla principal, y la presentación de "Camille" en la Nova Jazz Cava, ante unos cincuenta interesados asistentes, fue una redonda y cautivadora celebración de la poesía y de esta obra de Bernat Nadal.
Una sólida personalidad
Unas piezas al piano de Laura Casas, y la lectura por Rosa Cadafalch de algunos de los poemas del libro enmarcaron las intervenciones. Aulet habló primero de Bernat Nadal (Manacor, 1950), que fue uno de los poetas de la generación de los setenta, también narrador, ensayista, crítico, "y una sólida personalidad intelectual. En Manacor hay muchos Nadal, pero para mí el más importante es el poeta". En su obra, ha ido pasando de "la poetización de la experiencia autobiográfica a una poesía digamos más literaria".
De ahí "Camille", en que da a la escultora francesa Camille Claudel (1864-1943) "la voz que ella no pudo tener. Esto es la poesía, creación de voces". El libro comienza con tres poemas introductorios, que son "reflexiones morales y estéticas", y preceden el "Canto a Camille", otros veinte en los que el personaje "se explica". No tienen puntuación, "pero si el poeta sabe hacer fluir bien el poema, ésta saldrá sola. Viene a ser una especie de monólogo del personaje, que explica su situación como si esculpiera".
Entrar en su pensamiento
Los de la última parte, "Lletres a Camille" son como cartas que le hubieran podido escribir otras figuras femeninas de la historia de la cultura. Aulet finalizó su intervención recordando que el día anterior hizo un año que cada día, en el Raval, se canta "El cant dels ocells". por eso quiso acabar leyendo"El cant coral dels ocells", poema de Nadal publicado en una antología.
El autor, por su parte, explicó la vida de Camille Claudel, que tanto sufrió "por ser artista, libre y mujer". Una injusticia que le emocionó e motivó al poeta a "entrar en su pensamiento y crearle una voz a alguien que estuvo treinta años encerrada en un manicomio".