Tres años de gobierno de progreso y uno de alcalde". Es el título de las audiencias públicas en las que el gobierno municipal ha rendido cuentas de su gestión y que culminaron en el casal cívico de Can Parellada. El alcalde Alfredo Vega hizo balance de los acontecimientos que han marcado este convulso mandato y de la ejecución de las promesas formuladas en 2015. "Hemos cumplido o estamos ejecutando en los plazos previstos el 89’47 por ciento de los compromisos recogidos en el Plan de Mandato", afirmó.
Vega asumió la alcaldía en noviembre de 2017 a partir de la marcha del alcalde Jordi Ballart junto a cinco de los nueve concejales del gobierno. La ruptura del ejecutivo coincidió, además, con los momentos más críticos del "procés". "Venimos de una situación muy complicada y de un mandato muy tensionado -reconoció Vega ante la audiencia-. No puedo negar que ha sido difícil mantener la estabilidad y la gobernabilidad, pero pienso que como ciudad hemos conseguido superar bien la situación".
La aprobación de las ordenanzas fiscales y los presupuestos de 2019 son una prueba de que, pese a la atomización del pleno y de un gobierno en minoría, "hemos sido capaces de dar respuesta a la ciudad", logro del que "debemos felicitarnos el ejecutivo socialista y también los otros grupos políticos".
Durante la audiencia, Vega dedicó unos minutos a la reflexión personal y admitió que "nunca hasta el 2 de noviembre me había planteado ser alcalde". Durante la crisis del pasado otoño el PSC creyó que perdía el gobierno, pero "siempre tuve claro que, si eso ocurría, el partido mantendría la dignidad haciendo una oposición constructiva". Durante los días más críticos, explicó, "reuní a todos los jefes de área del Ayuntamiento. Los ciudadanos no tenían que notar la crisis, la ciudad tenía que funcionar". La plantilla respondió, demostrando que "en momentos de crisis las personas están a la altura". El alcalde felicitó expresamente "a los técnicos municipales", algunos de los cuales le acompañaban en la audiencia. Durante su exposición, el primer edil hizo balance del mandato y, a las puertas de las municipales, habló también de futuro. "Asumo las etapas anteriores -dijo- con nuevas maneras de hacer las cosas". Vega dijo estar dispuesto a imprimir sello propio a su gestión, un estilo que pasa por "hechos, no solo proyectos e intenciones. Porque la política es dar respuesta a los problemas de la gente".
La salida de la crisis
Durante los últimos años la ciudad "ha resistido razonablemente bien la crisis". El paro ha descendido del 24,5% de 2013 al 12,7% actual, pero la nueva ocupación es precaria y la demanda de ayuda social sigue en aumento. En ese contexto, Vega mencionó los retos de futuro que afronta la ciudad, como el envejecimiento de la población, la robotización y su impacto en los procesos productivos y el empleo.
También se refirió a los servicios públicos. Defendió el cambio a la gestión pública del agua, anunció el inminente concurso del transporte público y admitió que la limpieza "no acaba de funcionar" como quisiera, pese a la inyección de recursos y personal de los últimos años. "Me conozco todas las baterías de contenedores" de la ciudad, dijo Vega, que volvió a pedir a la ciudadanía "corresponsabilidad en el cuidado del espacio público, que es de todos".