Una voz de varón lanzó la amenaza en una llamada al 112: "Voy a explotar una bomba en el Decathlon". Fue el sábado. Era una falsa amenaza, como comprobaron los efectivos policiales. El establecimiento de artículos deportivos de la avenida del Tèxtil fue desalojado. Salieron de allí, sin incidentes, más de quinientas personas.
El sistema 112 recibió la llamada a las 7.17 de la tarde. El servicio de emergencias derivó la información de inmediato a los Mossos d’Esquadra, que se pusieron en marcha y comisionaron a la avenida del Tèxtil, junto a Parc Vallès, a media docena de dotaciones de la unidad de seguridad ciudadana. Luego se sumó al operativo, formado también por agentes de la Policía Municipal, la unidad canina.
Analizado el mensaje, realizado, al parecer, desde un teléfono móvil, los responsables del operativo le dieron una fiabilidad baja, pero aun así no se podía bajar la guardia. La policía avisó a Decathlon y comenzó a revisar tanto el establecimiento como sus alrededores. Los agentes escudriñaron el local en busca de algún artefecto explosivo. Revisaron los lavabos y los contenedores de residuos.
Pese a la "fiabilidad baja" del comunicado, la seguridad era lo primero. El Decathlon fue desalojado a partir de las ocho de la tarde en una actuación rápida y sin que mediasen incidentes.
Quinientos clientes
Salieron de manera ordenada unos quinientos clientes y una treintena de empleados. No quedó nadie en la tienda ni en el aparcamiento. La zona estaba acordonada mientras la Policía Municipal mantenía cortado el tráfico en la avenida del Tèxtil. Decenas de móviles captaban el operativo.
No se encontró ningún objeto sospechoso. Como se esperaba, la amenaza era falsa. Cuando se constató, los treinta trabajadores del centro comercial pudieron volver a las instalaciones. El operativo se cerró a las 9.55 de la noche.