Cerca de trescientas personas han participado en los últimos días en las funciones programadas de la ópera "Aïda", la más ambiciosa producción impulsada por la asociación de Amics de L’Òpera i Sarsuela de Terrassa hasta la fecha. Desde su preestreno el pasado 7 de noviembre, han tenido lugar las dos funciones oficiales que se han desarrollado en el Teatre Principal, con todas las localidades agotadas.
Manuel Garcia valoró ayer que estas representaciones se han saldado con un "éxito total que ha sobrepasado todas nuestras expectativas. El público ha respondido maravillosamente y nos ha premiado, especialmente el domingo, con una ovación muy larga." La asociación que encabeza está especialmente satisfecha por "poner la "ópera de la ciudad en un sitio preferente, que no es una cosa de aficionados sino que va en serio." A su juicio, "con nuestros escasos recursos hacemos una cosa muy digna."
Precisamente el tema de los recursos es una de las asignaturas pendientes de la entidad, que depende en un tanto por ciento importante de los ingresos de taquilla. Esta circunstancia provoca que "ante cualquier eventualidad, la producción peligre", por lo que orientan una parte de sus esfuerzos en buscar recursos privados. Por el momento, cuentan con una pequeña aportación del Ayuntamiento de Terrassa, que además les cede el Teatre Principal.
Con todo, y pese a lo ambicioso de la propuesta, la producción ha gustado. Esto ha sido posible gracias a la colaboración de profesionales que no sólo han aportado su talento a la parte artística, sino también a la escénica: "la escenografía, con poquita cosa, llamaba mucho la atención." El vestuario y la iluminación de Rafatoteatre también han resultado especialmente vistosos. Manuel Garcia también destaca el trabajo voluntario de Joan Manau, un integrante de la junta que "ha sacado adelante las dos últimas óperas con un trabajo muy bien hecho y muy digno."
En general, todos los profesionales "han estado muy implicado" y pese a los escasos recursos han llevado adelante esta obra magna en base a "la imaginación, el buen hacer y la profesionalidad." Tímidamente, la entidad ha empezado a trabajar también en la creación de nuevos públicos, con la asisrtencia de alumnos del Conservatori Municipal de Música y del Instituto de secundaria El Cingle.