El Ballet de Catalunya estrenó su gran producción, "Don Quixot" en el Centre Cultural Terrassa, entidad donde es compañía residente. La formación presentó su espectáculo en un auditorio lleno hasta la bandera y el público (este diario estuvo en la sesión del sábado) se mostró satisfecho. El reconocimiento fue casi a la par de las actuaciones más destacadas y apoteósico en el final.
Un final que culminó con el nombramiento de primera bailarina a Rebecca Storani -Kitri en "Don Quixot"- por parte del director del ballet, Leo Sorribes. Rebecca, emocionada con el ramo de flores en la mano, defendió en el ballet su rol con mucha expresividad y técnica. Y brilló con luz propia en el paso a dos y en las variaciones, de alto riesgo, descritas por Petipa en el pasaje de su boda con Basilio.
El Ballet de Catalunya ofreció un "Don Quixot" con novedades, entre la que destaca una apuesta por reforzar la danza española. Asimismo ha suprimido las figuras de Don Quijote y Sancho Panza y ha introducido un actor, el actor Joel Minguet, para narrar los pasajes que se ven en escena. El espectáculo, con su adaptación, complació. La compañía lo dio todo sobre el escenario, en los pasos a dos, en los solos y en los coros. Quedamos atrapados con la protagonista, Rebecca Storani, en el personaje de Kitri, que puso todos los sentidos al servicio de una coreografía de Petipa de altos vuelos. Nos quedamos sin palabras con la habilidad y su destreza en el baile de puntas y en las piruetas. Rebecca lució y se lució. Estuvo acompañada por Dmitry Zagrebin, en el papel de su amado Basilio, quien en un segundo plano, cumplió con su cometido en las réplicas. Y nos quedamos prendados con Miko Okamura que, en su papel de Cupido, se movió grácil, con mucha soltura y amable sonrisa, resolviendo los solos que ejecutó de modo impecable.
Nos conquistó también el narrador, Joel Minguet, con una voz potente en la lectura dramática simultaneando a Don Quijote, Sancho Panza y al propio autor, Miguel de Cervantes. Minguet se puso en la piel de cada uno, matizando cada frase, expresión, con lo que en seguida nos arrastró hacia un lugar de la Mancha y a una de las aventuras, entre tantas, de quién estaba enamorado de Dulcinea y confundía los molinos con gigantes.
Demasiada información
Del espectáculo, pues, nada que decir sobre la interpretación de bailarines y del narrador. Sí apuntar objeción sobre la forma. Aplaudimos el propósito de ir a la esencia, a la danza, pero hubo momentos en que el escenario, con muchos bailarines y diversos y con una escenografía muy cargada cromáticamente, acogía demasiada información para retenerla y no perderse. Quizás porque ahora también estamos acostumbrados a ballets con pocos aditivos. Con todo, el Ballet de Catalunya, a un año de su andadura, se merece felicitaciones; por preparar un elenco profesional que ya se aprecia que tiene talento y capacidad artística.
"DON QUIXOT"
Versión del Ballet de Catalunya sobre la obra de Marius Petipa. Dirección artística: Elias Garcia y Larissa Lezhnina. Solistas principales: Rebecca Storani, Dmtry Zagrebin y Miho Okamura. Participación de alumnos del Institut del Teatre. Día 10 de noviembre. Centre Cultural