Uno esperaba en un ciclomotor. El otro irrumpió en el supermercado Dia de la calle de Sant Tomàs cuando el establecimiento estaba a punto de cerrar sus puertas, poco antes de las nueve de la noche del jueves. El atracador material blandió un cuchillo y robó la recaudación, un botín de 2.000 euros. Los delincuentes no contaban con que unos policías municipales los acababan de ver en plena faena. Los detuvieron, no sin problemas, allí mismo. Tres policías resultaron heridos porque los malhechores se resistieron.
Una dotación de la Policía Municipal patrullaba por la calle de Sant Tomàs, en Ca n’Anglada, cuando los agentes observaron algo sospechoso en el súper, en el tramo comprendido entre la calle de Sant Cosme y la de Mossèn Àngel Rodamilans. Entre la acera y la entrada del Dia discurre un pasadizo de unos veinte metros. Los agentes, al parecer, observaron a un motorista con el ciclomotor parado pero en marcha, y con las matrículas tapadas. Alerta. Según contaron unos testigos, los policías terminaron por ver a uno de los sospechosos dentro del local, cuchillo en mano.
Los dos, atracador y compinche, llevaban puestos cascos de motorista. No había lugar a dudas. Los agentes resolvieron actuar. El miedo atenazaba a tres cajeras, las intimidadas por el ladrón aquel armado con un cuchillo de grandes dimensiones. Afuera aguardaba el delincuente al manillar del ciclomotor. Pero aguardaban también unos policías municipales.
Los guardias pidieron refuerzos por emisora al tiempo que daban los primeros pasos para intervenir. Más unidades se pusieron en marcha. Vecinos de Ca n’Anglada vieron llegar coches patrulla por la avenida de Barcelona.
Los asaltantes se disponían a huir con el botín cuando los agentes se les echaron encima allí, en el pasadizo. Eso explicó un testigo, que vio el ciclomotor en el suelo, se supone que caído en la refriega; los atracadores se resistieron a la detención. Pero fueron apresados.
Antecedentes
"¡Es una chica!", dijo un vecino de los muchos que se arremolinaron en la acera de la calle de sant Tomàs. No era una chica; tenía el pelo largo. A uno de los detenidos lo sacó la policía del pasadizo unos diez minutos antes de sacar al otro.
Los sospechosos son españoles y vecinos de Terrassa y tienen antecedentes policiales. Están acusados de un delito de robo con violencia e intimidación. La policía los trasladó a Mútua, donde recibieron atención también tres agentes heridos (leves) en la esforzada inmovilización de los atracadores.