Terrassa

TeC salva el presupuesto de 2019 con una abstención crítica

El gobierno del PSC sacó adelante ayer las ordenanzas fiscales y los presupuestos para el ejercicio 2019 en un pleno extraordinario que por primera vez llevó a debate en la misma sesión los ingresos y los gastos que afrontará la administración municipal el próximo año. El sí de ERC-MES y la abstención del PDeCAT facilitaron, tal como ambos grupos habían anunciado, la aprobación del dictamen fiscal. Los 13 votos del PSC y de los republicanos superaron a los 11 negativos de TeC, Ciutadans, PP y la CUP.

La incógnita sobre la viabilidad de los presupuestos se despejó durante el pleno. El grupo municipal de TeC acabó facilitando la aprobación de las cuentas municipales tras negociar un paquete de medidas y después de un discurso sumamente crítico con la gestión del gobierno de la ciudad. De hecho, el PSC se quedó solo votando afirmativamente las cuentas de 2019. La CUP, PP y Ciutadans votaron en contra y TeC, ERC-MES y el PDeCAT se abstuvieron.

"Rigurosa y realista"
El alcalde Alfredo Vega agradeció "la corresponsabilidad" de la oposición con una propuesta que establece un presupuesto consolidado (el de todo el holding municipal, la suma de Ayuntamiento y sociedades dependientes) de 244,3 millones de euros, lo que supone un incremento del 11,5 por ciento respecto a 2018, y un paquete de inversiones de 11,48 millones de euros.

Vega definió el proyecto económico de su equipo como "riguroso, responsable, realista y ajustado a la incertidumbre del momento". Un presupuesto que, dijo, le permitirá encarar el final del mandato con el convencimiento de que "estamos priorizando los recursos de la manera más equilibrada y justa posible".

TeC se abstuvo después de transaccionar un paquete de medidas que el ejecutivo se ha comprometido a explorar y/o ejecutar. Entre ellas, la modificación del POUM para, vía licencia urbanística, obtener vivienda pública en suelo urbano consolidado. También la aprobación provisional y si es posible definitiva de la Anella Verda antes de final de mandato; una partida de 4,3 millones para mejorar la conectividad urbana, dos estudios integrales de las rieras de Terrassa y la creación de una casa de los feminismos en Terrassa, junto a otras medidas en este ámbito.

TeC justificó su abstención en que el presupuesto municipal contará con 15 millones más, "unos recursos que de no aprobarse los presupuestos habrían ido a pagar deuda".

Los comunes, sin embargo, cuestionaron duramente la gestión del gobierno del PSC, al que acusaron de "incumplir los compromisos", de escudarse en la gestión por estar "falto de ideas políticas" y de no tener "propuestas que generen ilusión. ¿Qué le explica a sus colegas cuando habla de Terrassa? ¿El cambio de modelo de gestión del agua, que ha sido a propuesta de la oposición?", preguntó el portavoz Xavier Matilla.

Para TeC el presupuesto de 2019 es "continuista" y la gestión del PSC arroja "un balance desolador". Después de un ejercicio "difícil", marcado por la marcha del alcalde Jordi Ballart, Matilla cree que el ejecutivo de Alfredo Vega y el propio alcalde "hacen lo que pueden, pero no es suficiente".

Estrecho margen
Junto a los comunes, en los presupuestos se abstuvieron ERC-MES y el PDeCAT. Este último después de incorporar 150.000 euros para mejoras en los polígonos industriales y el compromiso de 300 mil más con cargo a inversiones financieramente sostenibles. También han pactado la apertura de una oficina para la gente mayor y la fijación de los contenedores en Les Marti- nes.

Durante el debate, los republicanos de ERC-MES criticaron el estrecho margen de negociación que dejan los presupuestos, que sobre un consolidado de 244,3 millones "el debate se limita a cómo se invierten 15 millones, de los que 9 están condicionados". El portavoz Isaac Albert afirmó que su grupo "hace un ejercicio de responsabilidad con Terrassa", absteniéndose en los presupuestos. Lo hacen "porque conseguimos consolidar partidas en educación, un 3% de los ingresos de la tasa de residuos vaya a gestión ambiental o a subvenciones a las entidades, aunque -dicen- lo que la ciudad necesita es un cambio de modelo profundo en la estructura fiscal y presupuestaria".

En el bloque del no a los presupuestos, a Ciutadans le hubiera gustado "acompañar" al PSC en la aprobación, ya que "compartimos buena parte de su discurso". De hecho, el grupo volvió a poner ayer sus condiciones sobre la mesa en el pleno, pero no obtuvo respuesta afirmativa. Así las cosas, la formación naranja acabó votando no porque, argumentaron, no se les ha tenido en cuenta en la negociación y porque "en 2017 votamos sí y muchos compromisos políticos no se cumplieron o lo hicieron tarde y mal".

En el turno de réplica, el portavoz de la formación naranja Javier González reprochó el apoyo de TeC a las cuentas municipales -"hace solo 5 días decían que estaban hartos de cubrir las vergüenzas del PSC"- y reprochó al alcalde que "en 4 años las rieras, los polígonos, la polución, la movilidad y la segregación siguen igual . Sin relato político, esto es lo que hay".

Aunque por motivos distintos, PP y CUP también rechazaron los presupuestos. El popular Alex Rodríguez cuestionó varias partidas presupuestarias, incluidos los 176 mil euros en el ámbito LGTBIQ.

Por su parte, la CUP criticó la complejidad de las cuentas municipales y cargó contra la externalización de servicios. A los anticapitalistas les "escandaliza" que el presupuesto destine más de 30 millones de euros a contratar servicios a empresa privadas "cuyo objetivo es el lucro. Es una irresponsabilidad política", dijo el portavoz Marc Medina. La formación anunció ayer mismo que lanza en la ciudad de Terrassa una campaña en favor de la re-municipalización de servi-cios.

El gesto "excesivo" de ERC-MES
El de ayer fue el primer pleno extraordinario en el que se votaron en una misma cita ordenanzas y presupuestos. Los dictámenes, sin embargo, se debatieron por separado, una fórmula que los partidos plantearon revisar para concentrar argumentaciones y no alargar innecesariamente la sesión.

De momento, ayer el debate de las ordenanzas se saldó tal como estaba previsto. ERC-MES optó por un "sí excesivo", dijo Isaac Albert, que justificó su apoyo a la propuesta fiscal del gobierno en la necesidad de que las ordenanzas salieran adelante porque "la ciudad necesita más dinero. Ingresamos más pero el gasto social aumenta y eso será así en adelante", vaticinó.

La abstención del PDeCAT salvó el dictamen, que fue duramente criticado por el resto de la oposición.

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