La Escola d’Educació Especial Crespinell sigue sin resolver el problema de falta de espacio que puso sobre la mesa hace tiempo. La directora Anna Maria Peñalver, que ha sustituido a Mariona Torredemer, reitera que el centro se ha quedado pequeño para absorber la demanda que tienen y que necesitan un edificio más amplio.
Peñalver recuerda que han planteado este tema con el Ayuntamiento en varias ocasiones y que el mismo ha ofrecido alternativas pero lejos de donde están ahora, en la calle de Pantà, por lo que Crespinell no las ha contemplado. El motivo es que la escuela de educación especial quiere mantenerse en la misma zona para dar continuidad a sus proyectos con la Escola Lanaspa-Giralt y el Institut Montserrat Roig.
Al respecto la directora subraya que "no es un capricho pedir un edificio de carácter municipal en esta calle. Aquí hemos gestado un proyecto de compartir con el Lanaspa y el Montserrat Roig. Los niños de estos centros están sensibilizados por aplicar el modelo de inclusión. Porque este proyecto no solo beneficia a los sesenta niños del Crespinell sino al alumno de los tres centros. Y después están los maestros y profesores que también tienen una sensibilidad especial para este proyecto. Hemos compartido muchas cosas, hay complicidad; facilitan las adaptaciones que se deben hacer para que sean más ajustadas y reales".
