Alguien tiró una cerilla a una papelera en un descuido. Algo involuntario. Ese fue el origen, al parecer, del incendio que el martes por la tarde causó destrozos en una vivienda de la Rambla d’Ègara y provocó intoxicaciones a dos personas.
El fuego se desencadenó en una habitación, acondicionada como despacho, de la vivienda, un primer piso de un edificio de la Rambla d’Ègara, en el Centre, a pocos metros del Museu Nacional de la Ciència i de la Tècnica. Los servicios de emergencias supieron del incendio a la 1.15. Llegaron tres dotaciones de bomberos.
Varios vecinos se confinaron en una terraza. La humareda se adensó en la finca y causó desperfectos, según Bombers, en cuatro viviendas más. Una mujer de 74 años presentaba signos de intoxicación por inhalación de humo. Su estado parecía leve, pero una ambulancia la trasladó a Mútua para una revisión. Personal sanitario atendió también a un vecino con los mismos síntomas, pero en este caso no hubo traslado hospitalario.
Se presume que el incendio, según las primeras informaciones policiales, nació en una papelera a la que una persona arrojó una cerilla encendida sin darse cuenta del peligro que acarreaba esa acción.