Terrassa

Aguas fecales de un edificio se vierten a la calle en Abat Marcet

Alquiler social ya", reza una de las múltiples pintadas que caracterizan las fachadas del bloque. "Abre tu mente", se lee en otro mensaje en la pared. Lo que tienen que abrir los transeúntes no es precisamente la mente en ejercicio de abstracción, sino los ojos, y bien abiertos, para evitar pisar las heces diluidas en líquido de origen fisiológico similar. Las aguas fecales de un edificio "ocupado" en la avenida del Abat Marcet se vierten a la vía pública.

Un charco de excrementos sale de la puerta de un local abandonado, atraviesa la acera y llega hasta la calzada. Eso es sólo lo visible desde fuera. Dentro, el local en cuestión, en los bajos de la finca, es un charco de heces, una laguna doméstica oscura y pestilente, llena también de residuos de diversa laya. Allí residía, según el vecindario, un hombre hasta el pasado 4 de octubre, cuando un incendio prendió en las basuras acumuladas y llenó el resto del edificio de humo y terror. Los residentes en el inmueble fueron desalojados y el SEM atendió, al menos, a dos personas: una mujer de 36 años y un bebé de apenas 1 año. Ambos sufrieron intoxicaciones, en principio leves. La criatura recibió atención en el hospital universitario MútuaTerrassa.

El incendio no constituyó un hecho aislado. Fue un jalón más en lo que el vecindario de otros bloques arrostra como un sinvivir. A los incidentes se ha sumado ahora el peligro obvio de la insalubridad, pues aquel fuego fundió las tuberías bajantes de aguas fecales y los excrementos y los orines invaden el local de los bajos y salen a la calle formando charcos hediondos.

Lo que faltaba. "¿Qué más debemos soportar?", preguntan vecinos que han contactado con el Ayuntamiento para hacer llegar su amarga queja al gobierno municipal. Ya se ha celebrado alguna reunión con responsables policiales.

Cuentan residentes en la zona, que llevan con detalle un listado de los acontecimientos, que el edificio, propiedad entonces de una entidad bancaria, fue "ocupado" por primera vez en enero del 2015, pronto hará cuatro años.

Algunos moradores llevan allí desde el principio, pero buena parte de los pisos ha pasado de mano en mano con frecuencia y la situación se ha deteriorado sobremanera con el transcurso del tiempo, dicen los afectados.

Algunos ocupantes son ajenos a los altercados. Otros, sin embargo, los protagonizan con asiduidad. Como los que se ven inmersos, según los denunciantes, en reyertas en la calle o han llegado a arrojar tiestos a la vía pública durante disputas dentro de un domicilio. Como los que el 12 de octubre obligaron a intervenir a la Policía Municipal y los Mossos d’Esquadra. Hay personas de ese sector de Poble Nou-Zona Esportiva que tiene una colección de imágenes, de fotos y vídeos, que captan actuaciones policiales, con la avenida cortada a la altura de la cercana plaza de l’Aigua. "Como no tienen timbres, de noche algunos avisan desde la calle a los de dentro haciendo sonar bocinas de coches", se lamenta un vecino. "Ha habido también fugas de agua porque unos ocupas manipularon las conexiones", añade otro, que admite un estado personal de hastío mezclado con la desesperanza. "La policía ha venido multitud de veces y aquí no se arregla nada", apunta.

"Cualquier día veremos algo dramático, una desgracia, y vendrán las lamentaciones", advierte antes de recordar que los pisos ocupados "no tienen suministro eléctrico" pero algunos sí disponen de generadores, "con las molestias de ruido y el peligro que comportan".

Un macetero
El 23 de septiembre alguien lanzó a la avenida un macetero, cuenta una vecina. El 7 de octubre, unos individuos se enfrentaron navaja en mano, agrega. "Cuando viene la policía, algunos se largan y sólo vuelven cuando la situación se ha tranquilizado y los agentes ya no están", señala.

El vertido de aguas fecales no ha hecho sino empeorar un estado de cosas que tiene a decenas de personas con la zozobra en el cuerpo. "Hay que tener cuidado al pasar por debajo de los balcones porque se han dado casos de lanzamiento de orines y excrementos", explica un denunciante, el mismo que alerta del miedo que embarga, sobre todo, "a personas mayores".

Vecinos afectados tienen un grupo de WhatsApp en el que se mantienen informados de sus cuitas. El 16 de octubre enviaron una instancia al Ayuntamiento para manifestar su hartazgo "por esta vergüenza y esta dejadez". A unos metros, un charco de heces señoreaba la acera en la esquina de la avenida del Abat Marcet con la calle del Dibuixant Avellaneda. Operarios municipales limpiaron la acera con agua el martes al mediodía. La suciedad sigue dentro del local.

To Top