La parroquia de Sant Pere centró ayer la IV Jornada Tècnica Art i Patrimoni en la Seu d’Ègara, un encuentro que reunió a expertos y a público en general, interesados en las ponencias previstas.
Entre éstas, las principales aportaciones que se dieron en el marco de esta jornada se concentraron principalmente en la ponencia "Enduriré el cor del Faraó i sortiré a perseguir-los. El retaule mural de Sant Pere i la memòria de l’Èxode." Esta exposición estuvo a cargo de Carles Sánchez, doctor en Historia de Arte medieval, profesor en la UAB e investigador del Museu de Terrassa. Carles Sánchez destacó en esta exposición el caráctet del retablo mural de Sant Pere como "una de las obras más singulares que se conservan en Europa, sobre todo por su concepción como muro de obra esculpido, bastante inusual en el arte medieval y sin ejemplos comparables", detacó. Además de definir el retablo, resaltó los trabajos de restauración que han permitido "definir el tema iconográfico." Precisamente este extremo ha dado pie a nuevas aportaciones.
"En la escena inferior del retablo aparece un personaje con corona que la historiografía había identificado como Moisés. Al mismo tiempo, el personaje coronado y los dos que lo acompañan se encuentran representados sobre dos carros, la estructura y las ruedas de los cuales son apreciables de forma más nítida después de la restauración. Este detalle ha pasado inadvertido en los diversos estudios consagrados al conjunto, donde se identificaba la parte inferior de las figuras como una extensión de su túnica. Por lo tanto, la figura coronada no es Moisés sino el Faraón, rey de Egipto, que habitualmente es representado con corona y carruaje persiguiendo a los hebreos, junto con su cortejo, y el tema representado es el paso del Mar Rojo, recogido en el ‘Libro del Éxodo’", sostiene Carles Sánchez.
Hipótesis
Otra de sus aportaciones se refiere a la cronología del mismo retablo, cuya construcción "va ligada a la pavimentación del mosaico del presbiterio."
Las hipótesis planteadas en la conferencia se refieren a que el retablo mural y el mosaico posiblemente fueron realizados a mediados del siglo X, debido a un cambio de advocación en la iglesia parroquial, que pasó de Sant Pau a Sant Pere. Por este motivo las figuras representadas a la parte superior son precisamente Sant Pere y Sant Pau. "Es una nueva hipótesis sobre la que hay que seguir trabajando.".