Un detenido porque tenía pendiente una orden judicial, casi cien personas identificadas, cuatro denuncias administrativas a particulares, dos denuncias más por irregularidades en establecimientos. Ese fue el resultado de una espectacular redada policial desplegada el jueves en tres bares de la ciudad. Al parecer, dos de ellos están ubicados en el barrio de Ca n’Anglada. El tercero, en Sant Pere Nord.
Vecinos de un barrio y otro vieron llegar a policías y más policías a partir de las siete de la tarde, cuando comenzó el dispositivo a tres bandas montado por los Mossos d’Esquadra y la Policía Municipal. Llamó la atención sobre todo la participación de agentes del Àrea de Recursos Operatius (ARRO) en labores de apoyo.
La operación en Ca n’Anglada y Sant Pere Nord era de control de establecimientos de concurrencia pública, con una motivación primera de carácter administrativo aunque sustentada en la ley 4/2015 de seguridad ciudadana. Los agentes locales y autonómicos entraron en los tres locales, los inspeccionaron por si detectaban alguna ilegalidad, identificaron y cachearon a decenas de personas.
Al cabo de la vasta redada conjunta, los cuerpos policiales habían identificado a 95 individuos. Sólo uno de ellos salió de allí metido en un coche patrulla, arrestado. Acabó en los calabozos, detenido porque sobre él pesaba una orden judicial de arresto.
Los agentes formularon actas con cuatro denuncias por vía administrativa: tres por tenencia de drogas y una por posesión de un arma prohibida, con las consiguientes incautaciones de las sustancias estupefacientes y los objetos peligrosos.
En los registros, los policías recuperaron un teléfono móvil, del que alguien se había apropiado de manera indebida, y cursaron dos denuncias más, estas por anomalías detectadas en establecimientos y relacionadas, respectivamente, con la seguridad y la rotulación.