Terrassa

La Jefatura de policía sufre inundaciones y desplomes

Un foco del techo del comedor se desplomó el domingo por la noche. A veces, cuando llueve en abundancia, las luces chorrean entre chispazos y el agua anega dependencias. Eso ocurre en días de aguacero en la Jefatura, en la sede de la Policía Municipal. Lo ha denunciado el Sindicat de Policies Locals-Cos Mossos d’Esquadra (SPL-CME) del cuerpo municipal terrassense. Y el Ayuntamiento admite problemas, pero asegura que han sido eventuales. Analiza las causas para buscar soluciones.

El edificio, en el cruce de la avenida de les Glòries Catalanes con la carretera de Montcada, lo acabó de construir una funeraria privada en noviembre del 2002, pero el grupo empresarial que estaba detrás del proyecto lo cedió al Ayuntamiento antes de iniciar su actividad. Renunció a explotar el negocio y el Consistorio se quedó con el inmueble, de 9.500 metros cuadrados.

Allí se mudó la Policía Municipal de Terrassa en marzo del 2008, dejando a otros servicios municipales la antigua Jefatura ubicada en la calle del Pantà. El inmueble que había sido flamante “prefuneraria” se dividió después entre el cuerpo policial y Servicios Sociales.

Las críticas hacia las condiciones de la Jefatura no son nuevas, pero no habían alcanzado el nivel actual. El SPL-CME ha puesto el grito en el cielo después de varios episodios de lluvias que han convertido algunas oficinas en un cenagal. Lo de la noche del domingo al lunes, con la policía de cabeza por el temporal, ha colmado la paciencia.

Y ratas
Hace un par de meses hubo desplomes de techos e inundaciones. El domingo por la noche se repitió la escena. “Mientras nuestros agentes del turno de noche atendían todas las incidencias en la ciudad, la Jefatura se inundaba otra vez”, indica el sindicato en un comunicado, que advierte sobre todo del “peligro extremo” que constituyen las inundaciones “al mismo tiempo que caen focos del techo dando chispazos” e incendiando cables.

Parte de la cobertura del comedor cayó el domingo sobre una silla. Nadie, por suerte, cenaba en aquel momento allí. El agua sale del techo. Y, según el sindicato, hay ratas en la planta inferior, donde los vestuarios y los comedores. Las instalaciones son “totalmente inadecuadas para albergar un centro de trabajo”, añade el comunicado.

“El Ayuntamiento mira hacia otro lado”, señala la entidad denunciante. No hará nada “hasta que pase una desgracia”. El Consistorio dice que conoce el problema, que es eventual y debido a periodos intensos de lluvia (pasó en junio, en agosto y el lunes de madrugada), que está actuando y que estudia las causas para intervenir.

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