Terrassa

Ferran Palau mostró su intimista puesta en escena en mNACTEC

La música entró en el mNACTEC el año pasado, coincidiendo con la misma celebración de las Jornades Europees del Patrimoni, y ha vuelto a este espacio con un concierto íntimo y preciosista, a cargo del músico Ferran Palau. Con la única compañía de su teclista y estrecho colaborador del disco, Jordi Matas, el compositor, cantante y guitarrista acudió para presentar "Blanc", su nuevo trabajo en solitario, que los seguidores del músico pudieron adquirir al finalizar el concierto.

La actuación estaba inicialmente prevista en el patio histórico del museo, pero las lluvias caídas y la previsión de que la climatología iba a continuar siendo adversa a lo largo de la jornada, obligaron a trasladar el concierto al interior del museo.

El escenario se colocó en el vestíbulo frente al auditorio, bajo las enormes maquetas de aviones históricos, en lo que a priori se antoja como un espacio de difícil sonorización. Sin embargo, la pericia de los técnicos permitió que el sonido fuera más que aceptable, y que incluso fuera elogiado por el propio Palau al final del concierto, que no dudó en apuntar: "Fantástica la reverb de este lugar."

Precisamente el lugar, a priori, pudiera parecer poco propicio para el pop reposado de Palau, para las letras tan poéticas e introspectivas, pero no fue así. Numerosos público prácticamente llenó las sillas instaladas, y siguió con atención el poco más de una hora de concierto en el que el músico desgranó su nuevo disco y también repasó algunos de sus "hits", como el tema "El meu lament."

Los efectos, la electrónica discreta y el sosiego de la voz de Palau nos transportaron a un universo donde se dan cita cotidianeidad y ternura. Acercándose sigilosamente al micrófono, casi acariciándolo con la voz (aunque sin derivar en un susurro), el músico creó un ambiente marcado por la intimidad y fue capaz de trasladar a su directo la coherencia de su disco, una coherencia en parte marcada por los sutiles efectos, el uso discreto de la electrónica y los acordes del brillante guitarrista que es Palau.

Celebrar el acierto del museo de incorporar una oferta musical a su programación, y de apostar por un músico muy conocido en los ambientes alternativos pero no así por el gran público.

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