l pulso económico de la ciudad necesita latir gracias a la actividad industrial que, a juzgar por las solicitudes de licencias de nueva planta relacionadas con este sector, registró en 2017 un notable aumento en metros cuadrados. Entre 2015 y 2016 se solicitaron entre 4 y 5 mil metros cuadrados de nuevas naves industriales, mientras que en 2017 se alcanzaron los 20.434,99 metros cuadrados, lo que supone multiplicar prácticamente por cinco.
El dato no se corresponde con la implantación de más empresas en la ciudad. Todo lo contrario. En 2017 la solicitud de licencias de nueva planta industrial respondieron a la construcción de dos únicas naves industriales, una más que en 2016, que sólo registró una, e idéntica cifra a las de 2014 y 2015, ejercicios en que se solicitó licencia para dos pequeñas naves cada uno de ellos.
Por contra las cifras de solicitud de licencias para aparcamientos y nuevos locales descendió respecto a 2017 y el retroceso se explica, apuntan fuentes municipales, por que la cifra se disparó en 2016 con motivo de la apertura del centro comercial Terrassa Plaça, con la mayoría de expedientes.
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