La ciudad de Terrassa estrenará el próximo 10 de diciembre un cambio en la gestión del suministro del agua. Ese día, el servicio pasará ya de forma oficial de la sociedad privada Mina Pública Aigües de Terrassa a manos del Ayuntamiento ,que para tal fin ha creado la Entitat Pública Empresarial Local Terrassa Cicle de l’Aigua, EPEL.
El proceso para implantar un nuevo modelo en la gestión del agua ha sido largo e intenso. Arrancó en 2014 y culminó este año con la constitución de la nueva empresa municipal. Durante este periodo, cuatro años, el Ayuntamiento tuvo que dotarse de un gran equipo de profesionales de la "casa" y del exterior para hacer frente a todas las cuestiones; desde la administrativa hasta la jurídica, pasando por recursos humanos, economía y prensa.
Todo ello lo recordó el director del área municipal de Territorio y Sosteniblidad, Marc Cadevall, en la ponencia titulada "La remunicipalització de l’aigua a Terrassa, com ho hem fet?", en el marco de las jornadas Ecofòrum que tenían lugar en el Vapor Universitari y que se clausuraron ayer al mediodía. Cadevall, sabedor de que se enfrontaba a una exposición de contenido muy complejo, relató todo el proceso de modo pedagógico y transparente. El director de Territorio y Sosteniblidad situó al auditorio explicando que el suministro del agua en Terrassa estaba gestionado desde 1941 por una empresa privada, Mina Pública d’ Aigües de Terrasssa, y que esta tenía un concesión por 75 años que finalizó en 2016. Llegaba el momento, pues, de decidir el futuro de este servicio. El pleno del Ayuntamiento apostó por la municipalización.
Dimensión social y política
Cadevall hizo referencia también a que el asunto tomó una gran dimensión social y política. Rememoró que fueron varias las entidades, como la Federació d’Associacions de Veïns de Terrassa, y también los grupos políticos de izquierda (PSC, TeC, ERC y CUP) quienen enseguida se postularon a favor de un "borrón y cuenta nueva". Y recordó que cuando se iba perfilando la nueva alternativa crecieron las presiones, tanto de la propia Mina Pública d’Aigües como de otros sectores políticos y empresariales para que el cambio no se hiciera efectivo.
El técnico definió el proceso como un "tour" y lo ilustró en una diapositiva con el Tourmalet de Francia. Subrayó que el trabajo ha sido un reto pero que se sentía orgulloso de todo el equipo, numeroso y transversal, que ha trabajado y aprendido (sobre todo en normativas diversas )para el traspaso que aún está por completar, pero cuyo proceso y gestión quiere ser un modelo para otros municipios.