Terrassa

Collboni quiere al Vallès en una futura región metropolitana

Si se saltaron en su momento los ríos, por qué no saltar ahora las montañas. Es más: es necesario saltar las montañas. La metáfora de accidente geográfico la sacó a colación Jaume Collboni, alcaldable de Barcelona por el PSC, vicepresidente del Àrea Metropolitana de Barcelona, en una conferencia celebrada el lunes en el Ateneu Terrassenc para hablar precisamente de eso: de la necesidad de construir una región metropolitana que cuente con los dos "vallesos".

Alfredo Vega, alcalde de Terrassa, ya lo dejó claro en la presentación de la ponencia: Terrassa está en la región metropolitana, pero no tiene voz ni voto en las decisiones del área como institución, y eso es preocupante. Vega abogó "por una confederación equilibrada" y Collboni comprendió esa reivindicación antes de hablar de la necesidad de construir "retos nuevos". Se salvaron las fronteras de los ríos (el Besòs, por ejemplo) para dar forma al área fuera del término de Barcelona ciudad. "Ahora yo propongo saltar las montañas e ir a los ‘valleses’", apuntó Collboni. "Si queremos seguir compitiendo con otras áreas metropolitanas del mundo, lo debemos hacer juntos. Lo que ahora cuentan no son los estados-nación, sino las grandes áreas urbanas", añadió, y puso como ejemplo a Madrid, Nueva York, París, Tokio, Londres, Amsterdam. "Necesitamos tener la suficiente entidad en el mundo global", apuntó el candidato del PSC a la alcaldía capitalina.

Barcelona dispone de una marca que ya funciona y que cuenta con el 43 por ciento de la población de Catalunya y el 52 por ciento del PIB catalán. Si se incorpora al proyecto metropolitano al Vallès Occidental y el Vallès Oriental, las cifras serán del 60 y el 68 por ciento, respectivamente. Son datos que revelan "una potencia inmensa".

Sin embargo, Collboni plantea la construcción de la región paso a paso, y el primero debe ser, como ocurrió con la Unión Europea, la colaboración económica. Ahí está, dijo, "el núcleo duro". Cuando los firmantes de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero, embrión de la unión posterior, notaron los beneficios de esa fundacional coperación económica, no dudaron en seguir adelante.

Por primera vez, el área de Barcelona tiene durante este mandato un departamento de promoción económica y social, una agencia específica que, entre otros aspectos, pretende vincular, siempre, el crecimiento económico con la cohesión social, lo uno para la otro. Ofrecer suelo industrial es clave, como lo es la especialización según ciudades. "¿Por qué no nos coordinamos y nos especializamos?", incidió en una pregunta retórica con respuesta implícita: se trata de analizar las características de los municipios para que cada uno se pueda postular para un tipo de industria. "Eso ya lo hacen nuestros competidores", agregó Jaume Collboni.

Capital humano
La marca, repitió, ya existe y es fuerte. Del paraguas de Barcelona se pueden beneficiar todos los municipios de la región sin perder sus señas propias, porque la marca Barcelona "no es sólo de la ciudad; es de Catalunya y especialmente de los que forman parte del área metropolitana". La clave de bóveda la conforman el capital humano y la la creación y aprovechamiento del talento. El alcaldable se mostró partidario de "mantener la vocación industrial" que ha marcado la tradición económica de localidades como Terrassa, pues ese sector es el que genera puestos de trabajo mejor pagados que los de los servicios. Collboni apostó asimismo por la innovación y la coordinación entre centros de investigación.

La agencia metropolitana económica debe hablar con los "valleses" e "integrar sus estrategias económicas para hacer realidad la región metropolitana de Barcelona". Hay que empezar por la economía para llegar a una integración administrativa, concluyó.

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