Aquella madrugada, en el registro detallado del coche que acababan de parar, los Mossos d’Esquadra encontraron hachís. Veinte piezas en forma de bellota que hallaron ocultas en varios sitios. Una parte, debajo del asiento elevador de un niño. Otra, en el compartimento de unas luces en el maletero. El fiscal pide cuatro años de prisión para el conductor de aquel vehículo inspeccionado por los mossos.
Circulaba el turismo por la avenida del Vallès cuando lo interceptaron unos policías autonómicos. Eran las 3.30 de la madrugada del 13 de mayo del 2016. No ha trascendido si aquella dotación de mossos seguía los pasos del sospechoso o si los agentes resolvieron parar el coche por alguna infracción o porque algo en él despertó las sospechas de los policías. Lo cierto es que lo pararon.
La sección sexta de la Audiencia Provincial de Barcelona tiene previsto celebrar hoy el juicio. Cuenta el Ministerio Público que el procesado llevaba dos bolsas de plástico con cocaína: 1,30 gramos, con una riqueza del 77 por ciento. Y añade que los mossos, en la escudriña del vehículo, encontraron también hachís. Confiscaron quince piezas en forma de bellota "de una sustancia marrón prensada" y otras cinco de la misma sustancia: 140,58 gramos por un lado y 134,45 por otro.
Los análisis químicos corroboraron lo que ya semejaba claro en la aprehensión: las piezas prensadas de color marrón eran hachís.
La intervención policial se completó con la requisa de dinero, también hallado en el interior del automóvil: los mossos decomisaron 1.250 euros en billetes fraccionados. Según indica el escrito de acusación, el dinero procedía de la actividad ilícita del procesado, considerado presunto autor de un delito contra la salud pública, de tráfico de drogas.
En varios lugares
El hachís, en sus diversas formas de presentación, estaba oculto en varios lugares del vehículo. Unas porciones, en un departamento para las luces posteriores en el maletero. Otras, debajo del asiento elevador de un menor. Otras, bajo el asiento del copiloto, añade el fiscal. Los agentes que registraron el coche están llamados a declarar en el juicio como testigos. Y los facultativos químicos que elaboraron el informe sobre las sustancias decomisadas deberán comparecer como peritos.
En sus conclusiones provisionales, el Ministerio Público reclama al tribunal que el acusado sea condenado a cuatro años de prisión, más una multa de 2.000 euros, por un delito contra la salud pública "en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud".
Pide asimismo que la Justicia decomise del todo el dinero intervenido, y el coche "utilizado para la comisión de los hechos imputados" Y es que el fiscal asegura que el procesado tenía en su poder la coca y el hachís para traficar con esas sustancias estupefacientes.
LA MULTA
2.000 euros
Además de la pena de cuatro años de cárcel, el Ministerio Público reclama que el acusado pague una multa de 2.000 euros