Las últimas estimaciones de movilidad del Ayuntamiento de Terrassa revelan que la B-40 acogerá una media de 33 mil vehículos diarios cuando finalice el tramo Olesa-Viladecavalls y entre en servicio todo el recorrido entre Abrera y Terrassa. Algunos cálculos elevan esa cantidad a los 40 mil coches y camiones y el Ministerio de Fomento llegó en su momento a situar la cifra en 60 mil vehículos. La mayoría de esos conductores se desviarán hacia la autopista C-16 y empalmarán con la C-58 por un tramo de dos únicos carriles que podrían colapsarse en horas punta.
El tema preocupa desde hace años y conforme se acerca el final de las obras vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de adecuar la infraestructura viaria a la nueva realidad del tráfico.
Según el estudio de flujos municipal, 22.500 vehículos de los 33 mil que circularán por la B-40 se incorporarán al eje de la C-16 y la C-58 en dirección a Terrassa, Sabadell, el Vallès Oriental o el área metropolitana. La nueva infraestructura se convertirá en una alternativa rápida y gratuita para la conexión entre el Baix Llobregat y los dos valleses.
Esos 22.500 vehículos se sumarán al tráfico que habitualmente absorben las autopistas a su paso por la ciudad, donde en días laborables se registran algunos episodios de saturación en horas punta, especialmente a primera hora de la mañana.
En el tramo de Terrassa se calcula que de los 22.500 coches que aporte el IV Cinturó, unos 10 mil abandonarán la infraestructura en dirección a Rubí y Sant Cugat, por los Túneles de Vallvidrera, o bien tomarán las salidas de Terrassa oeste, centro o sur.
El caudal de tráfico se verá sensiblemente reducido al llegar al tramo de tres carriles de la C-58. A la altura de Parc Vallès se espera que a los 100 mil vehículos que transitan a diario por ese punto se sumen 12 mil más con origen o destino al IV Cinturó.
En previsión de esos nuevos flujos y en respuesta al colapso permanente que padece la autopista vallesana, la Generalitat ha iniciado estas semana la ampliación de la C-58. Los trabajos para un tercer carril entre Carrefour y Sabadell Centre, en dirección Barcelona, ya están en marcha. También la ampliación hasta el Nudo de Sant Pau del Riu Sec, donde la C-58 empalma con la B-30 y la AP7.
En dirección Terrassa, la redacción del proyecto de ampliación desde la Ronda Oest de Sabadell hasta la avenida del Vallès ya ha finalizado y está en proceso de licitación. Este es el tramo más costoso de los tres destinados a ampliar la C-58 ya que comporta la construcción de un nuevo puente sobre la riera de Les Arenes.
La entrada en servicio del IV Cinturó tendrá repercusiones muy positivas en la carretera de Martorell, ruta obligada hoy para muchos turismos, y sobre todo camiones, con destino al Baix Llobregat. Por la C-243c circulan diariamente más de 20 mil vehículos, muchos de los cuales pasarán a utilizar el eje de la B-40. El cambio supondrá un ahorro de tiempo, combustible y un ahorro en las emisiones.