El 3 de agosto del año pasado, el juzgado de instrucción número 1 de Terrassa dictó un auto, una de las primeras diligencias de un sumario sobre un delito contra la libertad sexual. De un delito continuado de abuso con penetración. El auto resolvió el ingreso en prisión de un hombre detenido un día antes por, presuntamente, hacer tocamientos a una niña, a la sazón hija de su pareja. Por eso y por enseñarla a masturbarse, y por penetrarla con un vibrador.
La Audiencia Provincial de Barcelona, en su sección 20, ha señalado el juicio para el próximo martes. Habrán transcurrido tres años desde el comienzo de los abusos sufridos por la menor, según indica el Ministerio Fiscal en su escrito de acusación, en una calificación de los hechos que reclama una pena de doce años de prisión para el encausado. La petición de pena se completa con un periodo de diez años de libertad vigilada y una orden de alejamiento: si el tribunal estima la tesis de la fiscal, el procesado deberá estar diez años (a contar desde el final de la condena impuesta) sin acercarse a menos de mil metros de la chica. En cuanto a la responsabilidad civil, el reo deberá indemnizar a la muchacha con 10.000 euros "por los perjuicios morales sufridos".
Los arrostró porque el compañero sentimental de su madre abusó de ella unas cuantas veces, según manifiesta la fiscal en sus conclusiones provisionales. Él, de 38 años, vivía con su pareja y con la hija de ésta. La sucesión de infamias de que se le acusa se iniciaron en octubre del 2015 y acabaron en el verano del 2017, cuando todo se supo. Entonces, en la presunta sucesión de abusos sexuales, la niña contaba entre 11 y 12 años.
Él la tocaba. La tocaba en los pechos, en los genitales. La penetró en dos ocasiones, cuando menos. Ella no podía oponer resistencia debido al estado de superioridad del acusado, recalca el Ministerio Fiscal. Dada su relación familiar, dada la edad de la niña.
Los actos atentatorios contra la libertad sexual de la menor incluyeron episodios truculentos. Una vez, siempre según la fiscal, el acusado dijo a la niña que la enseñaría a masturbar. Él mismo se dirigió a la nevera y agarró un pepino para mostrar a la pequeña cómo se colocaba un preservativo. A renglón seguido le cogió la mano y con ella se masturbó. Y le exhibió el fluido seminal en un pañuelo. Cuenta el Ministerio Público que en otra ocasión el imputado introdujo a la menor un vibrador por la vagina. Otra vez la tocó en sus partes.
La denuncia
El último hecho narrado por la fiscal es de julio del 2017, cuando el procesado aplicó crema lubricante a la niña y le hizo tocamientos, después de explicarle que quería enseñarle a masturbarse. Todo eso perpetró, según la acusación pública, hasta que el embrollo de vejaciones se deshizo.
La menor puso denuncia el 2 de agosto del 2017, acompañada de sus padres. Aquel mismo día fue detenido sospechoso. Al día siguiente, ingresó en prisión por orden del juzgado de instrucción, el número 1 de Terrassa.
Empezó la tramitación del sumario y el Ministerio Público formuló un escrito de acusación en el que atribuía al incriminado un delito continuado de abusos sexuales con penetración a menor de 16 años de edad. Pretendía que se le impusiera una pena de doce años de prisión, diez más de libertad vigilada y diez años de prohibición de acercamiento y comunicación. No podía aproximarse a menos de mil metros de la niña, ni a su domicilio, ni a su centro escolar. A ningún sitio en el que ella se encontrase.
La víctima ha sido llamada a declarar acompañada de su legal representante. La fiscal, sin embargo, ha solicitado al tribunal de la sección 20 que adopte "las medidas necesarias" para proteger la integridad y el interés de la menor: se deberá evitar "la confrontación visual y directa con el procesado".
El Ministerio Público ha reclamado la comparecencia de un médico y un psicólogo forense para corroborar el informe sobre las consecuencias padecidas por la chica en aquel oleaje de abusos expuestos por la acusación.
LA INDEMNIZACIÓN
10.000 euros
La fiscal afirma que el encausado deberá pagar a la víctima 10.000 euros como responsabilidad civil