Terrassa

Colapso en Urgencias

La Federació de Sanitat de CCOO de Catalunya dio ayer soporte a la denuncia realizada por la sección de este sindicato en el Hospital Universitari de Mútua de Terrassa ante la "situación insostenible" que vienen "sufriendo desde hace mucho tiempo tanto los usuarios como los profesionales" del servicio de urgencias. Según Juan Carlos Delgado, secretario general de CCOO en ese hospital, se trata de una "situación de colapso crónico" que surge siempre por la "falta de recursos humanos para hacer frente a las necesidades diarias 365 días al año", así como de la carencia de "recursos materiales y de espacio físico". Todo eso pasa, añade, mientras "tenemos más de cincuenta camas cerradas en diferentes plantas".

La imagen de urgencia es habitualmente, añade CCOO, de pacientes permanentemente instalados en los pasillos de urgencias y pacientes de la UCI que se mantienen en urgencias por falta de sitio, por lo que no se puede "garantizar un mínimo de intimidad ni si quiera de confidencialidad". Ni siquiera "se puede caminar por los pasillos con normalidad y la situación se ve agravada a las 21.30 horas", coincidiendo con el cambio de turno. "Por la noche la dotación de personal se reduce en dos tercios, y por lo tanto, se triplica el trabajo", comenta Delgado. "Una enfermera puede llevar hasta treinta enfermos, y eso no pasa en ningún otro sitio", añade.

"Necesitamos más médicos y enfermeras y también personal de soporte, como camilleros y auxiliares, porque si no hay movimiento de pacientes, todo se va encallando". Además, dice Delgado, el hecho de que haya esas 50 camas cerradas dificulta en gran medida "el drenaje del servicio de urgencias. Necesitamos camas abiertas para dirigir a ellas a enfermos que tienen que quedar internados". Esta situación provoca largas esperas en los pasillos del servicio. "Casos de pacientes que han estado esperando una cama cuatro o cinco días en urgencias, eso pasa. Y esos pacientes no deberían estar allí, sino en una habitación", dice el delegado de CCOO en este hospital.

Desde el verano
El colapso, que se arrastra ya del verano, siguió en septiembre y todavía no ha llegado el virus de la gripe. "En invierno hay dotación PIC que es para reforzar ese periodo, y que consiste en algo más de personal, pero todo es muy limitado". Como "insuficiente" ha sido "la respuesta obtenida" de la dirección siempre que se ha planteado este problema. "La dirección ha realizado algunas acciones en momentos puntuales pero han sido del todo insuficiente". Según Juan Carlos Delgado, el personal destinado a urgencias está sufriendo está situación: "están que se suben por las paredes", explica gráficamente. "Al final y a cabo, todo profesional quiere hacer bien su trabajo; no quiere visitar en el pasillo sin que el paciente tenga intimidad, o pinchar una vía allí mismo, que no es lo más correcto ni higiénico, o incluso poner cuñas detrás de un biombo. Trabajar así llega un momento que es insoportable". Muchos profesionales sacrifican su tiempo de descanso para "no dejar colgado al compañero". Además el personal debe aguantar la presión que ejercen los propios usuarios. "Tenemos que aguantar esa presión durante siete o diez horas, y no es la mejor manera de trabajar evidentemente". Esa situación de colapso provoca largas esperas en la sala de estar de urgencias, y que se pueden prolongar durante horas. Claro que se prioriza en función de la gravedad, dice Delgado, pero "es que para cada uno de los usuarios su problema es el más grave". Urgencias, explica este sindicalista, está dotado con personal para diferentes especialidades médicas "pero no hay demasiados adjuntos para las guardias y tiramos muchos de los MIR, que son válidos pero no hay que olvidar que se están formando y de algún modo necesitan supervisión". Esta situación provocó la convocatoria de una asamblea de trabajadores afectados, que se celebró el pasado 3 de octubre, ante la situación "límite" a la que están sometidos. La asamblea, según Delgado, decidió como primera medida dar a conocer la situación a la opinión público. "No es sólo un problema de mala gestión de nuestra empresa, que lo es, sino también un problema de todo el sistema sanitario", concluye.

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