Mataron a un hombre, pero los mossos creen que el homicidio nada tuvo que ver con la actividad delictiva de la organización de narcotraficantes desactivada en Terrassa y otras poblaciones la semana pasada. Lo mataron algunos de los miembros de la banda por un motivo pasional. Los Mossos d’Esquadra encontraron el cadáver oculto en una nave industrial de Argentona. Estaba en una fosa. Entre los detenidos está su pareja, la mujer que presentó la primera denuncia por la desaparición.
Una moldava presentó en junio del 2017 una denuncia por la desaparición de un hombre de origen albanés al que había alquilado una habitación de su vivienda. Lo había conocido unas semanas antes. En junio, se perdió el rastro de aquel hombre. Desapareció, pero sus efectos personales seguían en la habitación. A esa denuncia se sumó una segunda que presentó el padre del desaparecido un mes después.
El progenitor se desplazó expresamente desde Albania para poner la desaparición en conocimiento de los mossos de la comisaría de Granollers. Los policía que se hicieron cargo de las primeras diligencias mossos cotejaron los datos de una y otra denuncia y concluyeron que ambas se referían a la misma persona. Fue el padre el que comunicó a los policías que su hijo y la mujer denunciante eran pareja, y no de formación reciente. Vivían juntos desde hacía años.
Pocas desapariciones son normales. Aquella tampoco lo era. Pero aquella, además, tenía ribetes muy oscuros. Asomaban indicios claros de criminalidad y la investigación se traspasó a la Unitat Central de Persones Desaparegudes.
Había que recomponer los últimos pasos de la víctima y profundizar en su entorno de amigos y conocidos. Tirando del hilo, los mossos llegaron a una organización criminal dedicada al cultivo intensivo de marihuana en el interior de edificios y en blanqueo de capitales: los delincuentes, españoles, moldavos y albaneses, habían diseñado una estructura empresarial "ingeniosa", según la policía, para dar cobertura a la actividad de narcotráfico. Tenían las plantaciones en naves industriales. La Unitat Central d’Estupefaents se incorporó a las pesquisas, llevando el peso de las indagaciones relacionadas con el cultivo cannábico y el blanqueo de capitales.
La otra unidad se dedicó a la desaparición. Poco a poco los barruntos se transformaron en certeza: el desaparecido había sido asesinado y su cuerpo, escondido. Los agentes supieron que los sospechosos querían cambiar de sitio el cadáver porque vencía el alquiler de la nave en la que lo habían sepultado. Había que correr, dado el riesgo de destrucción inminente de pruebas.
Hace justo una semana, el viernes pasado, decenas de mossos desplegaron un operativo simultáneo en siete localidades catalanas, entre ellas Terrassa. El dispositivo se inició a las seis de la mañana. Fueron detenidas tres personas, una de ellas la pareja del desaparecido, por su presunta implicación en el crimen.
Uno de los apresados contó a las autoridades cómo habían matado al joven albanés. Los mossos supieron que el cadáver estaba en una nave industrial de Argentona.
Geofísico y antropólogos
El uso de técnicas de geolocalización, con la ayuda de un geofísico, de la empresa Falcon Hight Tech, resultó crucial para encontrar los restos mortales, inhumados bajo una capa de hormigón. Dos antropólogos forenses participaron en el operativo junto a la comitiva judicial. El viernes pasado, por la tarde, aún se buscaba el cuerpo. Policías y comisión judicial no tardaron mucho más en hallarlo.
Hubo registros en Terrassa (uno) y en otras seis poblaciones: Cerdanyola del Vallès, Vallirana, La Roca, Barcelona y Premià de Dalt. Y en Argentona. En las inspecciones los mossos hallaron plantaciones de marihuana. Las diligencias acabaron con la incautación de veintiocho kilos de maría, el desmantelamiento de siete cultivos y el decomiso de 2.950 plantas de cannabis.
La policía autonómica detuvo a doce personas, tres de ellas vinculadas con el crimen. Estos tres individuos ingresaron en prisión. Dos personas más fueron enviadas también a la cárcel por narcotráfico, por un delito contra la salud pública. El resto de detenidos quedó en libertad con cargos.