Gran reto cumplido con creces. Esta es la sensación que nos dejó "Carmina Burana", la gran producción que estrenó el Centre Cultural el fin de semana (sábado y domingo) y que inauguró la temporada de danza de otoño-invierno. Más de un centenar de artistas se subieron al escenario para interpretar la cantata escénica de Carl Orff y el público (este diario estuvo en la primera función del sábado) aclamó la interpretación con bravos y de pie.
Decíamos al principio que la producción era un reto. Y era así por varios motivos. La reconocida coreógrafa Maria Rovira recibió el encargo de idear una danza sobre la cantata y, además, bailarla con música en directo junto un grupo de solistas destacados y corales de renombre – entre estas la mayoría de la ciudad- bajo la batuta de Pep Prats. Y, por si fuera poco, la coreografía debía adaptarse para ser interpretada en un escenario circular, rodeado de público. El resultado logró una nota muy alta.
La danza de Maria Rovira dialogó con la música en todo momento. Fue una coreografía de corte contemporáneo en la que los jóvenes bailarines se entregaron sin concesiones. La danza transitó por estados de ánimo diverso, por lo que ofreció piezas de varios estilos para transmitir los sentimientos y situaciones que reúne la cantata medieval. "Carmina Burana" es un viaje hacia la sociedad de principios del siglo XIX a través de los trovadores, los cuales cantaban al amor y desamor y también se mofaban de papas y reyes. Rovira, tras estudiar el material, ha extraído la esencia. Así, al menos, lo percibimos en su danza. En la coreografía había pasajes románticos, líricos, dramáticos, irónicos, sarcásticos, críticos…. Toda la danza se deslizó encadenada sin que hubiera qué preguntarse nada porque llegaba con mucha fluidez y belleza. Toda la danza era como un guiño al espectador para que se implicara en ella. La coreografía de Maria Rovira fue el centro de atención -es por ello que se acordó el escenario circular- pero que duda cabe de que la música fue también muy importante. El prestigioso director musical Pep Prats, siempre abierto a probar experiencias nuevas, dirigió solistas, coros, pianos y percusión con la profesionalidad y la maesstría que le caracteriza. A los espectadores, al menos, toda la melodía nos llegó con la sonoridad, el ritmo y el matiz que requería.
Al finalizar la función, el auditorio del Centre Cultural vibraba al cien por cien. Desde la platea, llena por completo, hasta todos los intérpretes. Fue emotivo cuando casi toda la sala aplaudía de pie y ovacionaba con bravos. No sabemos el recorrido que tendrá esta fantástica "Carmina Burana" pero sería una lástima que se perdiera. Esperamos que la coreografía, aunque sea con la música registrada, (desde aquí entendemos la dificultad de que más de un centenar hagan gira), pueda pisar más escenarios. El esfuerzo creativo e interpretativo se lo merecen.
"CARMINA BURANA"
Obra producida por el Centre Cultural. Coreografía: Maria Rovira. Dirección musical: Pep Prats. Intérpretes: Compañía de danza Maria Rovira/ Corales Antiga de Barcelona, Cor Montserrat, Cor infantil Sant Esteve i Cor Vine Terrassa, Massa Coral y Coral Nova Ègara. Solistas: Ulrike Halle (soprano), Germán de la Riva (bariton) y Toni Gubau (contratenor). Pianistas: Pep Surinyac y David Malet. Día 29 de septiembre. Centre Cultural Caixa Terrassa.