Terrassa

El TNT 2018 seduce a más público en salas, plazas y calles

La 11º edición del Festival TNT de nuevas tendencias artísticas acaba de bajar el telón con una salud excelente, a tenor del balance de la organización. El cartel de este año, que se abrió el jueves y se cerró ayer domingo, ha registrado un cien por cien de ocupación en casi todos los espectáculos de sala y un quince por ciento más de público en total.

El festival ha acogido treinta propuestas, de las cuales doce han sido estrenos uno de ellos, "Cold blood" estreno en el Estado español- y más de diez coproducciones. El evento de nuevos lenguajes escénicos, iniciativa del Ayuntamiento con dirección artística de Pep Pla, se ha convertido de nuevo en un foco de atracción para programadores nacionales e internacionales. Un total de 150 profesionales ( algunos de ellos de Estados Unidos, México, Argentina) han recorrido salas y espacios al aire libre para conocer las nuevas dramaturgias que se tejen entre bastidores.

El cartel de este año presentaba también como novedad espacios diferentes. Ha viajado, fuera del Centre más próximo, hasta La Masia Freixa, La Maurina y a las poblaciones vecinas de Matadepera y Ullastrell. Y una novedad más. Ha dado cabida a la música electrónica con las formaciones Mutaciones, Nuu, Rodrigo Cuevas y Za!.

Este diario tuvo la oportunidad de recorrer el fin de semana, de viernes a domingo, algunas de las propuestas que se presentaban y, como es habitual, en el gran cajón de sastre hallamos de todo un poco. Nos gustó, por ejemplo, "Correo", de la compañía Paula Aros, que se presentó en la Masia Freixa.

En esta pequeña gran obra, un grupo de cuatro actores se convierten en carteros y mensajeros, y leen cartas de políticos, de escritores (José Saramago y Fernado Arrabal), de poetas (Vicente Huidrobo) …. Fue revelador y un placer conocer sus pensamientos… Con ello, además, quieren dar importancia a las cartas y especialmente a aquellas que nunca llegaron a su destinatario y que quizás hubieran modificado el itinerario de una vida, de un colectivo e incluso de una ciudad o de un país.

"Correos" fue una grata sorpresa dentro de un festival que ya apuesta claramente por lenguajes que van más allá del teatro convencional. las obras presentadas hablan de temas universales pero con lenguajes donde el texto, la palabra, ya no es el centro de atención sino un elemento más de expresión junto a la música, el movimiento corporal, la manipulación de objetos y la imagen.

Un bosque en la Muncunill
En contraposición a "Correos", esta pieza que nos llegó en la intimidad y nos involucró invitándonos a escribir cartas, hubo "El bosque", ideado por Pablo Gisbert y Juan Navarro, en la Sala Muncunill. Allí, un grupo de "ninis" -jóvenes que ni estudian ni trabajan- okuparon la sala para realizar su "performance". Habitaron el espacio de incógnito -no se supo ni querían que se supiera quienes eran- y construyeron un bosque con troncos, ramas y hojas que les habían llegado. Acudimos el sábado, al final de la tarde, para ver el montaje y cabe decir que había logrado su propósito. La Sala Muncunill era un bosque envuelto de una nube de humo que le daba un aire misterioso, enigmático, casi pavoroso…

No supimos de la identidad de estos "ninis". Si que conocimos a los jóvenes de Rectangle Negre que nos abrieron las puertas de su "Casa" en la Torre del Palau. Allí, un grupo de chicos y chicas vivió su cotidianeidad ante la mirada de los espectadores. Los jóvenes caminaban, se sentaban, bailaban, escuchaban música y, de vez en cuando, daban lectura a algunos textos sobre cuestiones existencialistas. Sobre el individuo nos habló también el "Proyecto V + Ruina" de Adrián Pino. El artista paseaba por el Centre, el sábado por la tarde, arrastrando un busto y al son de los tambores de Diables de Terrassa. ¿Procesión en solitario? Pues algo de ello había. Pino quería simbolizar el sufrimiento de su viaje por el extranjero en pro de buscar nudos artísticos de bellas obras clásicas.

Visibilidad en femenino
Nuestra ruta por el TNT al aire libre finalizó con "Una pequeña parte de este mundo", el domingo al mediodía, en la plaza de la Assemblea de Catalunya de La Maurina. La creación de la obra presentaba el atractivo de que la compañía La Señorita Blanco había sumado el Grup de Dones de La Maurina en su realización e interpretación. Tras unos minutos de espera por problemas técnicos, arrancó la "performance" en la que se denunciaba la invisiblidad de la mujer y la violencia machista. El colectivo de mujeres transitó por un paisaje coronado por un busto de mujer sin brazos y lleno de escombros que, poco a poco, fue descontruyendo y reconstruyendo para que fuera más acogedor y amable. Su ir y devenir fue muy silencioso, contemplativo, comedido. Al final de la acción lanzaron globos de colores al aire, Se vieron miradas cómplices, iluminadas, y sonrisas. Habían conquistado su libertad.

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