Un olor penetrante a incienso se esparció por Ègara el domingo por la mañana mientras desde media ciudad se divisaba una columna de humo. Ardía un almacén de velas y otros artículos en los bajos de un edificio de la calle de Menorca. Hubo, al menos, tres víctimas, según la policía: dos fueron trasladadas al hospital Vall d’Hebron; la tercera, una vecina de la zona, fue atendida in situ, pero no necesitó traslado a ningún centro sanitario.
La alerta corrió por los servicios de emergencias a las 11.28 de la mañana: un incendio devoraba un local en la calle de Menorca, a unos treinta metros de la confluencia con la del Renaixement. Llegaron coches patrulla de la Policía Municipal y siete dotaciones de Bombers fueron comisionadas a Ègara. Los agentes locales informaron a su central de la envergadura del fuego: era muy aparatoso, pues había prendido en material harto inflamable: cajas de velas, ropa.
Los servicios de emergencias, policías, bomberos, el SEM, montaron un operativo vasto que llegaba hasta el cruce de la calle del Renaixement con la del Periodista Grané.
El local-almacén está en los bajos de un edificio que cuenta con una planta superior, donde vivían varias personas que fueron desalojadas. Un equipo sanitario atendió a una vecina por precaución, pero no resultó necesario su traslado a un centro médico. Las ambulancias sí evacuaron a otras dos personas, una de ellas un responsable del almacén. Estos afectados son dos varones que tienen, respectivamente, 54 y 56 años. Al menos uno de ellos sufrió quemaduras de primer y segundo grado, según las primeras informaciones de los servicios de emergencias.
Los bomberos, llegados de varios parques, se aplicaban en la extinción del fuego, pero no era seguro acceder al sitio, anegado de agua. La policía cortaba el tráfico en la calle al tiempo que gestionaba la llegada de técnicos de una compañía eléctrica, pues se presumía que el incendio se había originado, posiblemente, en una conexión eléctrica. A las 12.12 del mediodía, unos cuarenta minutos después de la alerta, el incendio estaba sofocado.
Sin autorización
El dispositivo de emergencias se mantuvo aún durante unas cuantas horas. Había que inspeccionar con detalle el local y ventilarlo, y sanearlo. El falso techo se había desplomado en la zona más expuesta a la carga de fuego.
La normalidad del tráfico se restableció a partir de las dos de la tarde. Los bomberos volvieron a acudir al inmueble para revisarlo unas horas después, por la noche.
La planta baja estaba precintada ayer por la tarde con cinta de los bomberos. Desde la calle se apreciaban los estragos del fuego. Ni el edificio perjudicado ni el contiguo tenían suministro eléctrico. Unos operarios tratarán de arreglar la acometida hoy. La Policía Municipal informó de que había redactado un acta-denuncia porque el local no disponía de autorización del Ayuntamiento como almacén, y carecía de sistema de detección y extinción de incendios. Tampoco había extintores, según la policía.