Son los primeros en llegar y los últimos de irse", recordó el maestro de ceremonias David Traver al hablar de los miembros de la entidad organizadora de la primera edición del festival Musik al Parc. Ellos son Reactiva, una asociación integrada por profesionales del mundo del espectáculo, preferentemente empresas y técnicos de sonido e iluminación, que se han unido con el firme propósito de agitar la vida cultural de la ciudad y llenar de contenido espacios con poca actividad a lo largo del año.
Los inicios, con todo, han resultado algo sinuosos; el primer festival organizado por esta asociación, llamada Reactiva, se tuvo que aplazar el pasado 3 de junio por razones climatológicas. Ese día llovió, lo que hizo imposible que el festival se celebrase en el lugar designado, la Carpa de la zona de la Font del Torrent d’en Sagrera, en el Parc de Vallparadís.
Finalmente el festival se ubicó en septiembre, con un cartel muy similar al anunciado meses atrás, con la incorporación de un artista más; a los ya anunciados grupos y artistas The Soul Beams, Mabel Flores Project y Mocambo, y del colectivo de discjockeys Malalts de Reggae, se sumó el cantautor de Rubí Sergi Estella.
Cuando ya estaba todo listo, el viernes pasado surgió un nuevo contratiempo. A última hora, Via Pública les comunicó su negativa de otorgar los permisos necesarios para que se instalaran las food trucks y el mercado de artesanía anunciados. Ayer lunes, los organizadores aún desconocían el motivo de la negativa.
Guillem Aragonès, portavoz de la asociación, confiesa que aún es pronto para poder valorar el prejuicio económico que para la entidad (una asociación sin ánimo de lucro), supondrá este imprevisto, "no pudimos hacer todo lo que queríamos", pero aún así el balance no es negativo: "hay cosas a mejorar, como la instalación de lavabos o más talleres infantiles, pero conseguimos que se creara el ambiente que pretendíamos y, sobre todo en dos momentos puntuales, hubo mucha gente."
Las características del espacio impiden conocer el número de asistentes, pero en los momentos de mayor concurrencia, fácilmente se llegaron a congregar a más de mil personas. Familias y grupos de amigos, entre los 20 y los 30 años, predominaron a lo largo de una jornada en la que se notó la numerosa presencia de niños.
La organización tuvo que enfrentarse a otro inconveniente, el fuerte calor que casi no aflojó en casi toda la jornada, y que ya comenzó a sentirse desde primeras horas.
Las vocalistas de The Soul Beams fueron las primeras en sentir la lengua de fuego sobre sus figuras, en el primer concierto del festival y el que acabó siendo el más concurrido. Mientras la audiencia buscaba la sombra bajo los árboles en los aledaños de la carpa, la formación de soul funk y R&B echó mano de su energía, y de un catálogo de clásicos con los que se hacía difícil mantenerse quieto; entre los más inconfundibles estuvieron piezas básicas del repertorio, como "Chain of Fools" o "Soul Man", percibiéndose el sonido Motown y el groove de un repertorio intenso y extenso.
Tras los veinte minutos preceptivos de prueba de sonido, subió al escenario Sergi Estella, a solas con su guitarra, valiéndose del "Personal Jesus" de los Depeche Mode como tarjeta de presentación y luego desplegando un universo lenguaraz y propio, que no le hace ascos a la desnudez del alma ni a la privacidad. Su propuesta aúna contundencia rock y una energía imparable que gustó y convenció.
Con la siguiente propuesta volvimos a la escena local, con el directo de una de las formaciones con mayor proyección de nuestra ciudad, Mabel Flores Project. El contenido feminista de su temas propios, unos ritmos propicios para el movimiento, unas letras muy trabajadas y una voz de reminiscencias mestizas convencieron a la cocurrencia muy visiblemente. La artista interpretó, entre otras, su gan hit "La batalla perdida", y también temas en los que se fija en la actualidad catalana y en los ataques a la libertad de expresión.
El último de los grupos en subir al escenario fue Mocambo, de Vilanova i la Geltrú, un grupo consagrado al reggae, con letras en catalán, que quedó prendado del espacio -"tenéis un paraíso"- y se manifestó encantado de haber sido invitado, "pese a los recortes." La jornada finalizó con el colectivo Malalts de Reggae.