No sólo dio positivo en la tasa de alcoholemia. Resulta que tenía suspendido el carné de conducir. Y acabó detenido por las dos cosas, por un concurso de delitos contra la seguridad del tráfico. Lo pillaron agentes de la Policía Municipal el domingo, a las 5.15 de la madrugada, en Vallparadís. También le encontraron cocaína.
Unos guardias que patrullaban por Vallparadís vieron circular un coche por la carretera de Castellar. A la altura de la calle de Salvador Busquets observaron que el vehículo deambulaba de manera irregular. Lo pararon.
Instaron al conductor a hacer las pruebas de alcoholemia, que arrojaron un resultado positivo en el primer test: 0,73 miligramos, casi el triple del máximo permitido. Una vez en la Jefatura, las pruebas subsiguientes dieron tasas de 0,70 y 0,68 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Esos niveles eran constitutivos de delito.
La situación para el identificado empeoró cuando los policías consultaron sus datos con la Dirección General de Tráfico. Supieron entonces que el sospechoso tenía en vigor una suspensión temporal de su permiso, por lo que lo detuvieron como presunto autor de un delito contra la seguridad vial. Cuando lo metían en los calabozos, le hallaron 0,20 gramos de una sustancia, al parecer cocaína, lo que le acarreó una denuncia administrativa.
Cuatro veces
En la misma carretera, la de Castellar, pero en el sector de Ègara, agentes municipales pararon un motorista el sábado, a las cinco de la madrugada. Le abrieron diligencias penales porque las pruebas de alcoholemia a las que fue sometido se saldaron sendos niveles de 1,11 y 1,09 miligramos, más de cuatro veces la tasa máxima.
De menor importancia fueron los niveles de alcoholemia mostrados por otros dos conductores el sábado, a las cinco de la madrugada, y el domingo, casi a la misma hora, en la calle del Periodista Grané y la avenida de Les Nacions: en el primer caso las pruebas dieron tasas de 0,47 y 0,44 miligramos y en el segundo, de 0,43 y 0,41.