El estreno de la película “Matar a Dios” será, por fin, hoy en 48 salas repartidas por toda España. Dos de estas pantallas están en Terrassa, ciudad de origen de los dos directores, Albert Pintó y Caye Casas. La película se podrá ver en Cinesa de Parc Vallès y en el Cinema Catalunya. Este último equipamiento municipal acogerá además esta noche, en la última sesión de las 10.10, la presencia de uno de los directores, Caye Casas, de las actrices Itziar Castro y Anna Martí, y del actor Francesc Orella. Será “una sesión especial y queremos que la sala reviente”, apuntó Casas en la rueda de prensa de presentación de este estreno, ayer en la propia sala cinematográfica.
Casas estuvo secundado en la presentación por Pintó y por Boris Ruiz, uno de los actores de esta película coral rodada íntegramente en Terrassa y en cuyo equipo han participado una mayoría de terrassenses.
El concejal de Medios Audiovisuales del Ayuntamiento de Terrassa, Adrián Sánchez, les secundó en este acto; “tanto a Albert como a mí nos hace mucha ilusión estrenar en nuestro querido Cinema Catalunya, una película no solo catalana sino ‘made in Terrassa'”, aclaró Casas.
El periplo que ha precedido al estreno les ha llevado por Brasil, México, Corea, toda Europa, varios lugares de España… han recogido más de una docena de premios en diversos festivales, el primero de ellos en Sitges, hace un año.
En palabras de sus directores, “Matar a Dios” es una “comedia irreverente, negra, surrealista…”; los espectadores “verán algo diferente.” Insistieron mucho en la necesidad de llenar las salas de cine, han tardado casi un año en poder estrenar el film comercialmente y su permanencia en la cartelera dependerá mucho de cómo vaya el primer fin de semana. “Estrenamos junto a pelis con veinte o treinta veces más presupuesto que la nuestra”.
Si bien prefieren no desvelar su presupuesto, sí explican que “rodamos en 21 días, la nuestra es una película muy pequeña, hecha con mucho amor y cariño, hecha por gente de la Escac y Terrassa”, aclaró Pintó. Verla estrenada “es un sueño hecho realidad, después de un viaje muy duro.”
Pese a su modesto presupuesto “tiene factura de gran película; tenemos una habilidad espectacular de hacer oro con dos reales”, presumió Pintó. Uno de los secretos está en la elección de los protagonistas de la película y también en la dirección de fotografía, en la dirección artística, donde el resultado es brillante. “Es una película ochentera por el tipo de luz, por el aire que se respira… hay quien nos ha llegado a decir que parece rodada en 35 milímetros”, y eso es mérito de la dirección de fotografía, admiten.
Sin censuras
Se trata de una película “absolutamente Pintó y Caye, nadie nos ha impuesto nada, ningún tipo de censura. Estamos hartos de la falta de libertad”, aseguran. En este caso su planteamiento es “apolíptico”, aunque “basado en el humor negro.” Ambos creen no es para menos, “la especie humana se está cargando el planeta, los líderes políticos dan vergüenza… Creemos que somos basura, un cáncer para el planeta, y eso lo reflejamos en la peli”, matiza Caye. “Incluimos los errores de la humanidad, como la taxidermia o los relojes”.
Y lo hacen a través de personajes como el de Boris Ruiz, que interpreta a un padre de familia de 72 años que acaba de perder a su mujer, y reúne a su familia por fin de año. “Es un perfil muy conocido en nuestra sociedad, un hombre religioso que iba a misa y que al morir su mujer le da por irse de putas, por fumar porros y emborracharse. Explica chistes de Eugenio para quitarle hierro a la vida de estos personajes hundidos” y al planteamiento de la película: A qué dos personas salvarías en caso de extinguirse la humanidad?. La película se rodó en la Masia de Can Gayà, a la que llegaron de la mano de la Terrassa Film Office.