Los Mossos d’Esquadra detuvieron el martes por la noche a un hombre acusado de amenazar con arma blanca a su mujer; de perseguirla con un cuchillo por el domicilio, en Ca n’Anglada. La víctima huyó por una ventana. Unos vecinos la ayudaron a descender hasta la calle. Ella se refugió en un bar.
A eso de las ocho, un gentío se arremolinó en la esquina de la calle de la Mare de Déu dels Socors con la avenida de Barcelona. Llegaban dotaciones de los Mossos d’Esquadra. Hasta ocho efectivos de ese cuerpo vieron los testigos de aquellas escenas convulsas, con gente entrando y saliendo del bar.
Sólo la mujer y su marido saben que ocurrió dentro de la vivienda. El matrimonio, de origen magrebí,tiene tres hijos. Al parecer, uno de ellos, el más pequeño, de unos 2 años, era el único que se encontraba en la vivienda cuando se desataron las supuestas amenazas. Lo que sí vieron testigos fue la huida desesperada de la mujer. Su salto desde la ventana del piso, un primero. Oyeron sus gritos pidiendo socorro. Observaron cómo tanteaba con los pies un aparato de aire acondicionado y un letrero comercial para apoyarse.
Al vuelo
Uno de los vecinos que corrió en su ayuda la agarró, casi al vuelo. Varias personas cobijaron a la víctima en el bar colindante. “La intentamos calmar”, contó ayer un testigo. Ella, temblorosa, un manojo de nervios, hablaba español con dificultades, pero se le oyó decir: “No quiero que mis hijos se queden sin madre”. Y se oyó lo del cuchillo. Y que ella, la amenazada, había regresado unas horas antes de Marruecos, donde había pasado los últimos tres meses con sus retoños.
Los Mossos d’Esquadra recibieron la alerta y enviaron a la calle de la Mare de Déu dels Socors a varias dotaciones. Cuando llegaron los agentes, el sospechoso estaba allí también. Según explicaron ayer unos testimonios, bajó a la calle con el niño pequeño en brazos, pero sin arma alguna. Dijo algo sobre la medicación que no se había tomado su mujer. Se quedó a cierta distancia. No se acercó a su esposa, que permanecía, protegida, en el bar, donde se presentaron los otros dos hijos del matrimonio.
Y en esas llegaron los mossos, que hablaron con unos y otros, con el hombre, con la mujer, con testigos, y se llevaron esposado al sospechoso. Lo detuvieron como presunto autor de un delito de violencia familiar. Un coche patrulla lo trasladó a la comisaría de Can Tusell para la instrucción de diligencias. El detenido salió en libertad tras pasar a disposición judicial.