Entre lo que queda del 2018 y el próximo año, el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) aportará al Centre de Tractament de Residus del Vallès Occidental hasta 26.000 toneladas de basuras, de la fracción resto. Y el consorcio llevará hasta 2.000 toneladas de residuos orgánicos a las instalaciones del AMB. Este "intercambio" será la materialización en volumen del acuerdo suscrito entre ambas entidades, un convenio de colaboración para cuatro años en el que el área metropolitana y el Vallès Occidental compartirán infraestructuras.
El acuerdo significa un paso más en la estrategia del consorcio vallesano para establecer relación y sinergias con los gestores de residuos de otras demarcaciones.
Fue el martes pasado cuando el pleno del Consorci per a la gestió de Residus del Consell Comarcal aprovó el convenio de colaboración con el Àrea Metropolitana de Barcelona. El objetivo es "compartir infraestructuras de tratamiento de residuos municipales", según comunicó el organismo vallesano después de la sesión plenaria. El convenio, añadió la entidad, "parte de la premisa de que las dos entidades disponen de plantas de tratamiento con capacidad para acoger nuevos residuos".
Al mismo tiempo, necesitan de otras instalaciones "para complementar los servicios que se ofrecen a los municipios".
Esa es una de las claves: la necesidad de sinergias entre organismos para hacer sostenible la gestión de las basuras. El consorcio del Vallès Occidental anunció que la relación con el AMB en este ámbito se pondrá en marcha en unas pocas semanas, en octubre próximo.
Fracción resto
La previsión es que el àrea barcelonesa aporte al Centre de Tractament de Residus-Vallès Occidental (CTR-Vallès), ubicado en el término de Vacarisses, hasta 26.000 toneladas de fracción resto en poco más de un año, entre octubre y diciembre del 2018 y el 2019. La aportación prevista en la otra dirección será menor: el consorcio vallesano llevará hasta un máximo de 2.000 toneladas de FORM (materia orgánica) a instalaciones del AMB durante el 2019. El precio a pagar por el área metropolitana es el mismo que el abonado por cualquier ayuntamiento del Vallès Occidental, destaca el Consorci de Residus.
Otros acuerdos
El CTR-Vallès recibe residuos de diversas localidades catalanas. De algunas cercanas al Vallès Occidental, como Olesa de Montserrat (Baix Llobregat), pero también de Girona, Salt y Sarrià de Ter. A finales del 2017, el consorcio comarcal y la sociedad pública Trargisa suscribieron un convenio para que Girona, Salt y Sarrià de Ter usasen las instalaciones vallesanas mientras duraran las obras de reforma en la planta incineradora de Campdorà. Los trabajos, destinados a optimizar la instalación, estarán acabados en diciembre del 2019, según las previsiones. Hasta entonces los residuos de esos municipios serán tratados en la planta de Vacarisses. En el caso de Olesa de Montserrat, la relación empezó el pasado 1 de abril.
Hay otro vínculo en ciernes. A finales de mayo, el consorcio del Vallès Occidental, el del Bages y la Agència Catalana de Residus aprobaron un acuerdo para que el Bages realizara en Vacarisses el pretratamiento de la fracción resto de sus residuos municipales. "Exportaría" la actividad hasta que la Generalitat construyese una nueva planta en el Parc Ambiental de Bufalvent.
Esa incorporación de la comarca vecina a la actividad del CTR aún no ha comenzado, pero el consorcio cree que podría iniciarse "próximamente", según ha adelantado esta semana. Cuando se materialice, el centro vallesano tratará cada año unas 45.000 toneladas de fracción resto de deshechos del Bages. El convenio comprende también la posibilidad de que el Vallès Occidental pueda tratar su fracción orgánica en Bufalvent "en caso de que sea necesario".