Terrassa

Rapado solidario de Guinness

Laura González vino de Sabadell ayer para rapar cabezas contra el cáncer infantil. Para rapar, al menos, la que le tocó, la de un tal Javier, dubitativo, que se incorporó a la fiesta solidaria en el postrer momento, cuando una de las policías organizadores del acontecimiento se desgañitaba para que se ocupasen las sillas aún libres. Vamos, vamos, y el dubitativo que se atreve, que compra el tique por cinco euros y lo enarbola a la entrada de la enorme peluquería en que se convirtió ayer buena parte del recinto ferial, en el paseo del Vint-i-dos de Juliol. Se trataba de batir el récord Guinness de personas rapándose al mismo tiempo. Adiós el Guinness anterior, logrado en Canadá. Terrassa ostenta la nueva marca desde ayer. Unas cuatrocientas cabezas, a falta del recuento exhaustivo, salieron del recinto casi relucientes. Por una buena causa.

Y Laura sonrió de oreja a oreja, y los organizadores, agentes de la Policía Municipal, no paraban de dar las gracias. Ayer hubo fiesta a lo grande, con miles de personas en la feria, con actuaciones, talleres, chocolatada, corte de jamón y cientos de voluntarios buscando aspirantes a rasurarse dentro y fuera del recinto, mientras una batucada había temblar las paredes.

“Dale Candela” era el lema, dale candela al cáncer infantil, gritaron los prerapados antes de la sesión, ya sentados, puño en alto. El anterior récord estaba en 327 personas. Ya lo tiene Terrassa gracias al empeño de unos policías municipales que han hecho de su vertiente solidaria un motor de existencia.

“¿Te atreves?”, llegaron a preguntar hasta cinco voluntarias en tres minutos al tipo aquel dubitativo. Habló un oncólogo, aludió a lo importante de retos como del de ayer “para nuestros hijos y nuestros nietos”. “¿Aún hay alguien que se lo piensa?”, agregó la policía que llevó la voz cantante. Fuera dudas, qué demonios. Allí esperaba Laura, una sonrisa y una máquina.

El dinero se destinará a la investigación del cáncer infantil en el hospital Sant Joan de Déu. La enfermedad afecta a un niño por cada doscientos adultos.

To Top