Los Mossos d’Esquadra investigan la muerte de un joven en el barrio de Sant Pere Nord. El chico, de 24 años, cayó el miércoles por el hueco de un ascensor en un bloque de pisos de la calle de Tarragona.
El edificio, de cinco plantas superiores y compuesto de veinticuatro viviendas, está en el tramo de la calle de Tarragona comprendido entre la de Manresa y la Rambla de Francesc Macià, a unos veinte metros de esta segunda vía. El miércoles, pasadas las cuatro de la tarde, vecinos y transeúntes vieron llegar dotaciones de los servicios de emergencias. La calle quedó cortada. Arribaron unidades de los Mossos d’Esquadra, la Policía Municipal, bomberos, el SEM. "Pronto vimos que era algo serio", contó una vecina ayer.
Alguien había alertado por teléfono. Alguien que acaso escuchó ruido o vio el cuerpo en el fondo del hueco del ascensor. O ambas cosas.
La fachada del bloque de pisos está en obras, surcada de andamios y protegida por una red roja. Por eso en un primer momento cundió la presunción de que la persona que yacía en la base del agujero era un operario de las obras. A los pocos minutos se disipó esa posibilidad. El fallecido era un muchacho ajeno a los trabajos, que, además, no incluían el ascensor. En el edificio está abierto el hueco para la instalación, pero no hay elevador aún.
Una ventana
"Es el hijo de la vecina", se comentó. Unos policías entraban y salían. Los bomberos, avisados a las 4.18, rescataron el cuerpo. El joven había fallecido en el acto.
Los Mossos d’Esquadra inspeccionaron el agujero y los lugares desde los que el chico pudo acceder al mismo. Al parecer, según vecinos, una posibilidad es el acceso a través de una ventana. Una vez la comisión judicial autorizó su levantamiento, el cadáver fue trasladado a la Ciutat de la Justícia para su examen forense. La policía autonómica prosigue sus pesquisas.