Las poblaciones del área de influencia de Terrassa celebraron la Diada entre la tarde y la noche del lunes y la mañana de ayer, dejando vacía la agenda por la tarde para que la gente pudiese acudir a la multitudinaria manifestación de Barcelona, con la que el independentismo volvió a sacar músculo. Además de reclamar la independencia de Catalunya, la Diada se centró en pedir la libertad de los políticos presos del procés.
Los mensajes institucionales variaron en función del color político de cada consistorio. Como ejemplo, las palabras de las alcaldesas de Sant Cugat, Carmela Fortuny (PDeCAT), y de Rubí, Ana María Martínez (PSOE). Mientras que la primera dijo que "tenemos que trabajar por un nuevo país, libre de presos políticos, donde la libertad de expresión conforme la base democrática", la segunda reclamó que "la concordia y el respeto hacia los otros y a su libertad de expresión vuelvan a formar parte de esta Diada y del día a día del país".
Las ofrendas florales, las marchas de antorchas, la cultura popular y el flete de autocares a Barcelona -para botón de muestra las 354 personas que salieron ayer en seis autocares de Matadepera- fueron el denominador común del la Diada en la comarca.