La vuelta a las actividades habituales es un buen momento para efectuar una depuración digital, evitando el uso excesivo de redes sociales y dispositivos electrónicos que pueden fomentar trastornos de la alimentación, afectar el peso corporal y perjudicar la salud nutricional.
En verano sin darnos cuenta, pasamos una gran parte del día ocupados con nuestro smartphone, escribiendo mensajes, publicando selfis o dando likes a historias que encontramos divertidas. "Si se dedican más de dos horas al día a las redes sociales aumenta el riesgo de adicciones comportamentales, trastornos psicológicos y de alimentación, sobre todo en adolescentes, mujeres jóvenes y personas solteras", según los expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
Al uso del móbil hay que sumarle el de los múltiples dispositivos digitales que hacen aún más difícil la tarea de desconectar. Según explica el especialista en nutrición Rubén Bravo de IMEO el uso abusivo de las redes sociales puede actuar como "una adicción sin sustancia, ya que provoca una descarga de dopamina en el cerebro que puede crear dependencia emocional".
Los excesos "en línea"
"Además, estar sumergido en un entorno virtual durante más tiempo que el necesario favorece un estilo de vida sedentario, cuadros de sobrepeso y también de desnutrición, desajustes en los horarios de sueño y comidas, además del picoteo de alimentos altamente procesados ricos en grasas y azúcares", señala Rubén Bravo.
El uso de las redes sociales puede considerarse una adicción psicosocial. Este tipo de plataformas pueden contribuir al desarrollo de trastornos de orden alimenticio (atracón, comedor compulsivo, bulimia, ortorexia, vigorexia o anorexia) que tienen mucho que ver con el aspecto físico y pueden acarrear otras consecuencias desfavorables, como ansiedad, depresión, comparación social negativa o ‘bullying’, entre otras, apunta la psicóloga Ana Gutiérrez, de IMEO.
Si las vacaciones pueden fomentar el uso excesivo de los dispositivos electrónicos y las redes sociales, volver a las actividades cotidianas tras la pausa estival, pueden ser un buen momento para "desenredar" y "depurar" nuestra vida y actividades "en línea".
La vuelta a la rutina después de unas vacaciones o una escapada puede ser una ocasión ideal para cambiar nuestra relación con el mundo digital, explica a Efe la psicóloga Ana Gutiérrez. "Se trata de un momento en el que solemos volver más relajados, con un buen estado de ánimo y es un excelente punto de partida para evitar malos hábitos en el uso de dispositivos móviles", asegura.
"Empezar este ‘Détox digital’ después de las vacaciones, nos ayuda a la hora de marcarnos límites concretos en la utilización del ocio digital", según esta psicóloga.
En este sentido, la especialista indica que la reentrada es un momento oportuno para plantearse nuevas actividades de ocio y desconexión en las que no medie la tecnología, como hacer deporte, leer, tocar algún instrumento musical o dibujar, indica la especialista.
